La hora de los cuentos para niños en edad preescolar
Avanzando hacia la lectura y la escolarización
Los niños de preescolar saben muchas cosas que no sabían cuando eran unos bebés. No saben leer solos, pero si se les lee mucho, aprenden muchas cosas sobre la lectura, como las siguientes:
- Los libros se leen desde la cubierta hasta la tapa posterior.
- Los dibujos deben estar orientados correctamente en las páginas.
- La lectura se hace de izquierda a derecha.
- El lenguaje de los libros es diferente al lenguaje hablado.
- Las palabras contienen sonidos diferentes en su interior.
- Hay libros conocidos y otros desconocidos.
- Los cuentos tienen un principio, una parte del medio y un final.
Toda esta información constituye los primeros fundamentos de la alfabetización y la lectura: son los componentes esenciales en que se apoyará el día en que los niños leerán por sí solos. ¿Cómo puede favorecer el desarrollo de estas habilidades? Siga leyendo a su hijo en voz alta.
Escoger muchos libros diferentes y leérselos en voz alta hará crecer el vocabulario de su hijo y lo ayudará a aprender sobre temas diferentes. Su hijo aprenderá que:
- El texto son palabras escritas.
- Varias letras en un orden específico forman una palabra.
- Hay espacios entre palabras.
Esta información ayudará a su hijo cuando empiece a leer en la escuela.
Cuándo y cómo leerle a su hijo
Muchos niños de este grupo de edad van a jardines de infancia, a centros de preescolar o a parvularios. El tiempo que dedique a leer en voz a alta a su hijo es una buena oportunidad para bajar el ritmo del día a día y pasar un rato estando los dos juntos.
Busque tiempo para leer juntos cuando estén en casa. Leer antes de acostarse por la noche va bien, así como hacerlo en otros momentos de “calma y relajación” del día, como lo primero que se hace por la mañana o después de las comidas. A su hijo le encantará acurrucarse junto a usted en el sofá, escuchar su voz y sentirse querido.
A los niños de 3 a 5 años les encanta demostrar lo que saben y también recibir elogios. Siga escogiendo libros de argumentos sencillos con textos repetitivos que su hijo pueda entender, retener y volver a contar. Anime a su hijo a “leerle” a usted el libro y elogie su esfuerzo.
Otros consejos:
- Sí, léale el libro una y otra vez; y trate de no sonar aburrido. Su hijo irá dominando muchas de sus nuevas habilidades con cada re-lectura.
- Cuando vayan a empezar a leer un libro nuevo, haga una pequeña introducción o presentación de él. Miren la cubierta del libro y hablen sobre de qué podría tratar. Digan el nombre del autor y conversen sobre qué es lo que hace un autor. Digan el nombre del ilustrador y conversen sobre qué es lo que hace un ilustrador
- Vaya desplazando el dedo por debajo de las palabras mientras va leyendo para mostrar la conexión entre lo que usted va diciendo y el texto.
- Cuando lleguen a frases conocidas o repetitivas, haga una pausa y deje que su hijo las concluya. (“No me gustan los huevos verdes y … no me gustan nada, Sam….”)
- Pida a su hijo que señale letras o palabras que él ya conoce. A veces, señale palabras y pronuncie lentamente cómo suenan mientras su hijo lo observa.
- Pregunte a su hijo por qué un personaje ha hecho algo.
- Hablen sobre las partes de la historia: ¿cómo empezó? ¿Qué pasó en la parte del medio? ¿Qué opinas sobre el final?
- Pregunte a su hijo qué parte del cuento le ha gustado más y por qué.
Aunque sea importante hacerle preguntas a su hijo para saber si entiende, su meta principal debería ser disfrutar leyendo y pasárselo bien. No convierta la lectura de cuentos en una prueba que su hijo debe superar. Observen las imágenes, nombren palabras nuevas relacionadas con el texto y/o las imágenes, disfruten y relájense leyendo.
Así mismo, recuerde que la lectura le llega a cada niño en su momento. Hay niños que se enamoran de los libros antes que otros. Si a su hijo no parece interesarle la lectura, limítese a seguir leyendo en voz alta y a mostrarle lo maravillosa que puede llegar a ser.
Recuerde estas tres frases clave: ¡Lee conmigo! ¡Habla conmigo! ¡Disfruta conmigo! Estas tres cosas pueden ayudar a su hijo en el camino hacia el éxito como lector.
Los mejores libros para mentes inquietas
A los niños de preescolar les gustan los libros que cuentan historias. A esta edad pueden pasar páginas y mantenerse quietos y sentados; por lo tanto, los libros de ilustraciones más largos también son una buena opción. Siga leyéndole a su hijo libros de frases repetitivas y palabras conocidas, pero incluya también libros ricos en vocabulario y con argumentos un poco más complicados. Considere la posibilidad de leerle a su hijo capítulos de libros que requieran más de un rato de lectura para acabar el libro entero.
Los niños son curiosos por naturaleza y les gusta leer sobre otros niños que tienen un aspecto parecido al suyo y que actúan como ellos, pero también quieren que les lean relatos sobre niños que viven en lugares diferentes y que hacen cosas diferentes. Exponga a su hijo a muchos personajes diferentes y hable con él sobre cómo actúan y qué elecciones hacen. Incluya también animales que hablen, monstruos y hadas para estimular la imaginación de su hijo.
Reafirme los sentimientos positivos de su hijo sobre algo que acaba de aprender a hacer (patear una pelota de fútbol, pintar un dibujo) leyéndole libros sobre niños que han aprendido a hacer lo mismo. Ayude a su hijo a hablar sobre sus miedos y preocupaciones leyéndole libros sobre ir al médico o al dentista, empezar a ir a la escuela o defenderse de un acosador.
Por ejemplo, libros sobre ir a la escuela, sobre todo cuando los niños van a empezar a ir a un jardín de infancia o a un centro de preescolar, son una buena elección, así como libros sobre cómo hacer amistades. Y elija libros que planteen retos para ayudar a su hijo a mejorar en sus habilidades. Libros sobre el abecedario, libros para contar o libros con muchas palabras nuevas también son buenas opciones.
Escoja también libros que traten sobre cosas que le interesan a su hijo: los búhos, el océano, los dinosaurios, la luna, sobre todo si disponen de bonitas ilustraciones. Y no se olvide de la poesía, a los niños de preescolar les siguen encantando las rimas. Este grupo de edad está empezando a disfrutar de las bromas y los chistes, por lo tanto, las canciones y los juegos de palabras serán todo un éxito.
Los libros de imágenes sin palabras que cuentan una historia solo con ilustraciones también son geniales. Después de que hayan “leído” un libro sin palabras un par de veces, lo más probable es que su hijo empiece a contarle la historia, y hasta es posible que lo encuentre “leyéndoles” la historia a sus peluches o muñecos favoritos.
Pruebe también con libros fabricados en casa: los álbumes de fotos con comentarios y los álbumes de recortes entusiasman a los niños de preescolar. Cuando su hijo dibuje, pídale que le explique qué es cada dibujo, pónganle título y luego guárdelos todos en un “libro” que podrán leer los dos juntos. Diviértanse creando las tapas para que duren mucho tiempo.
Los libros no son lo único que les gusta leer a los niños de preescolar, también se lo pasan muy bien con revistas llenas de imágenes. Y pida a los allegados de su hijo que le envíen cartas, postales, mensajes de texto o correos electrónicos. Léanlos los dos juntos y guárdenlos en una caja especial para que su hijo los pueda ver cuando quiera.
Otras formas de favorecer el tiempo de lectura
Leerle en voz alta no es el único momento que su hijo puede pasar con un libro; a los niños de preescolar les encanta elegir y mirar libros estando a solas. Guarde los libros en una cesta dejada en el suelo o en una repisa baja que esté al alcance de su hijo para que los pueda ver y abrir cuando esté solo. Guarde varios libros en el coche y lleve siempre un par de libros en su bolso para las esperas cuando vayan al médico o esperen en las colas mientras hagan recados.
A esta edad, favorezca la “lectura” independiente colocando una lamparita de lectura junto a la cama de su hijo para que pueda observar sus cuentos durante un rato antes de acostarse por la noche. A los niños que ya no hagan la siesta se les puede animar a mirar libros a solas durante esos momentos de relajación.
Y los más importante de todo: deje que su hijo lo vea disfrutando de la lectura. Apague el televisor, saque su libro y póngase cómodo en el sofá donde su hijo lo pueda ver, y que él se le una con su libro favorito.