Cómo afrontar los desencadenantes: Ácaros del polvo
Hay una variedad de elementos en el medio ambiente que pueden empeorar los síntomas del asma o de las alergias. Se conocen como “desencadenantes“. El médico de su hijo lo puede ayudar a averiguar cuáles son esos desencadenantes en su hijo.
Los ácaros del polvo son unos desencadenantes habituales en los niños.
¿Qué son los ácaros del polvo?
Los ácaros del polvo son insectos microscópicos que viven en la ropa de cama, sofás, alfombras o cualquier tipo de tela. Se alimentan de las células de piel que se le caen a la gente. Son especialmente frecuentes en los muebles tapizados, algunos tipos de ropa de cama y las alfombras. La mayor concentración de ácaros del polvo en una casa se suele encontrar en los dormitorios.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a afrontarlos?
- Pase la aspiradora y limpie el polvo en su casa (sobre todo en el dormitorio de su hijo), por lo menos una vez a la semana. Utilice una bolsa especial de poros pequeños o adquiera una aspiradora que disponga de filtro HEPA. Cuando limpie el polvo, utilice un paño húmedo para no esparcir los ácaros del polvo por el aire.
- Evite los edredones y las almohadas de plumas; en vez de ello, elija ropa de cama fabricada con materiales sintéticos.
- Lave o cambie las sábanas una vez a la semana. Lave la ropa de cama de su hijo y los muñecos de peluche que sean lavables, en agua caliente (a temperaturas superiores a 54,4 ºC o 130 ºF) y luego séquela con la secadora utilizando un modo de temperatura alta.
- Cubra los colchones, las almohadas y los somiers con fundas antiácaros (disponibles en muchas tiendas y también en Internet). Asegúrese de pasar un trapo con regularidad por las cubiertas.
- Si pasar la aspiradora con un filtro HEPA no controla los síntomas de su hijo, retire todas las alfombras, de ser posible, especialmente las alfombras de pared a pared, de la habitación de su hijo y de otros espacios donde pasan mucho tiempo.
- Si dispone de alfombrillas o felpudos, asegúrese de que son lavables y lávelos una vez a la semana en agua caliente.
- Asegúrese de que las cortinas de la habitación de su hijo se pueden lavar con facilidad. Evite las persianas, que tienen muchas superficies horizontales que retienen el polvo, y las cortinas con multitud de pliegues, que se deben lavar en seco. Lave todas las cortinas de su casa con regularidad.
- Evite las almohadas y los muebles tapizados.
- Organice el desorden. Deshágase de baratejas, marcos de cuadros y plantas, que atrapan el polvo.
- Guarde la mayoría de los libros de su hijo en una habitación distinta de su dormitorio o del cuarto donde suele jugar.
- Reduzca al máximo la colección de animales de peluche de su hijo. Cualquier juguete de peluche o de felpa que le encante a su hijo se debería lavar a menudo y en agua caliente (si no contiene pilas) y secarse en el modo de secado más caliente. También puede introducir este tipo de juguetes en bolsas de plástico y meterlas en el congelador durante un mínimo de 5 horas o una noche entera (los ácaros del polvo no pueden sobrevivir a temperaturas de congelación durante más de 5 horas seguidas).
- Evite usar un humidificador, sobre todo en el dormitorio de su hijo.
- Mantenga el porcentaje de humedad en su casa por debajo del 50%. Se ser necesario, utilice aire acondicionado o un deshumidificador. Asegúrese de cambiar periódicamente los filtros del aire acondicionado y drene y limpie el deshumidificador.