¿Cómo pueden los padres disciplinar a sus hijos sin pegarles?
Cuando era pequeño, mis padres me pegaban cuando me portaba mal. Ahora que soy padre, no estoy seguro de querer seguir este ejemplo. ¿Existen otras formas de disciplina efectivas?
– Lysa
Es bueno que se esté preguntando acerca de su enfoque para la disciplina. Muchos padres usan una forma de disciplina simplemente porque así los criaron a ellos. Pero ahora tenemos mucha información sobre los efectos de diferentes métodos de disciplina con los niños.
Los golpes pueden ser humillantes para los niños y pueden llevar a una mayor agresión, problemas emocionales y de conducta, resentimiento y daños físicos. Con frecuencia, los golpes no enseñan la lección que los padres esperan. Y las investigaciones demuestran que, a la larga, no sirven para mejorar la conducta.
En lugar de enseñarles a los hijos comportamientos alternativos positivos, los golpes les enseñan que la agresión es una respuesta eficaz cuando uno se siente enojado. Esto puede hacer que sea más probable que golpeen a sus hermanos y sus pares. Además, algunos niños se portan mal para llamar la atención. Por lo tanto, los golpes pueden reforzar su conducta negativa porque logran llamar la atención. Por estos motivos, los expertos no recomiendan los golpes.
Otras maneras de disciplinar a los niños con eficacia incluyen el uso de “pausas obligadas” o “tiempo fuera”, ser un modelo de conductas adecuadas (como el autocontrol) y ayudar a los niños a comprender la relación que existe entre los actos y las consecuencias. Las pausas obligadas son útiles tanto para los niños como para los padres. Tomarse un tiempo y alejarse de un niño que se está portando mal puede permitir que los padres respiren hondo varias veces y se sientan con más calma al disciplinar a su hijo.
También es importante darles a los niños muchos refuerzos positivos (por ejemplo, elogios y pequeñas recompensas) cuando se porten bien. Recuerde que la forma en que los niños se comportan es para llamar la atención. Verlos portándose bien y hacérselos saber con un elogio puede ser más eficaz que la disciplina para alentar las conductas positivas.
Si siente que necesita más orientación, hable con el médico o comuníquese con un psicólogo o consejero infantil. Puede pedirle un par de sesiones para conversar y planificar nuevas estrategias de disciplina. La terapia de interacción entre padres e hijos (PCIT) y el Programa de Paternidad Positiva (Triple P), por ejemplo, son programas que pueden ayudar a los padres a aprender formas de mejorar la conducta de un niño y la relación entre los padres y los hijos. Lo más probable es que aprenda mucho, disfrute el éxito con algunos nuevos enfoques y se sienta mejor que nunca con su forma de educar a sus hijos.