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Hablar con el maestro de preescolar de su hijo

(Talking to Your Child’s Preschool Teacher)

El hecho de matricular a su hijo en un centro de preescolar puede plantearle muchas preguntas: ¿cómo se adaptará mi hijo al centro? ¿Hará amigos? ¿Entenderá el maestro a mi hijo?

Establecer y mantener un canal de comunicación abierto con el maestro de preescolar del niño puede reducir gran parte de las inquietudes que experimentan muchos padres.

Familiarizarse con el maestro de su hijo

A la hora de elegir un centro de preescolar, tenga en cuenta los siguientes factores: seguridad, limpieza, currículum, filosofía general, precio y ubicación. Intente conocer al maestro antes de tomar la decisión y concierte una cita para ver la clase. Observe cómo se relaciona el maestro con sus alumnos, hable con él y formúlele preguntas.

Durante la clase, fíjese en cómo lleva la clase el maestro y cómo responden los niños a sus indicaciones. Si los niños parecen contentos e interactúan bien con el maestro, lo más probable es que el estilo del maestro se adapte también al de su hijo.

Cuando hable con el maestro, pregúntele por un día típico en el centro. Es posible que quiera hacerle preguntas específicas, como: “Si una mañana mi hijo entra en la clase llorando, ¿cómo enfocaría usted la situación?” o “¿Cómo aborda las situaciones en que un niño pega a los demás?” Otras preguntas útiles pueden incluir cómo enfoca el tema de la disciplina, las rabietas, el uso del váter, los mordiscos entre niños y otros temas propios de la etapa preescolar.

La forma en que responda el maestro le puede ayudar a evaluar lo creativo que es a la hora de abordar los dilemas cotidianos de la clase. También puede aprender bastantes cosas a partir de las reacciones del maestro ante sus preguntas. Si se pone a la defensiva, se siente violento o pierde el interés mientras responde, esto podría indicar futuros problemas de comunicación y que ni el maestro ni el centro de preescolar parecen los más adecuados para su familia.

Reuniones entre los padres y el maestro

En algunos centros preescolares se organizan varias reuniones o entrevistas entre los padres y el maestro del niño a lo largo del curso para comentar los avances evolutivos y conductuales del pequeño. Generalmente, las reuniones tratan sobre el estilo de juego y el desarrollo social, lingüístico, cognitivo y físico del niño.

Las reuniones entre los padres y el maestro de preescolar deben ser momentos para escuchar y comunicarse abiertamente. Si el maestro del niño tiene preparado un informe formal, permita que lo explique durante la reunión antes de formularle preguntas.

La mayoría de las veces, los maestroes de preescolar insisten en los puntos fuertes del niño. Pero estas reuniones también ofrecen la oportunidad para identificar aquellas áreas en que los niños deben trabajar más. Por ejemplo, el maestro puede sugerir que el niño escriba letras, practique enhebrando cuentas o practique la técnica de cortar con tijeras en casa para mejorar sus habilidades motoras finas.

Si hay algo que le preocupa al maestro sobre su hijo y se lo comenta a usted en la reunión, intente no ponerse a la defensiva; esta actitud podría llevar al maestro a evitar exponerle los problemas que detecte en su hijo por miedo a la confrontación. Intente formularle preguntas directas y concretas, asumiendo que cualquier problema que se detecte podrá solucionarse. No obstante, debido a la duración limitada de las reuniones entre padres y maestroes de preescolar, podría ser de utilidad programar futuras reuniones para comentar las cuestiones problemáticas con mayor detalle.

Si su horario de trabajo no le permite asistir a las reuniones con el maestro de preescolar de su hijo o si el centro que ha seleccionado no las organiza, debería sentirse completamente libre para organizarlas con el maestro en un horario diferente. Reunirse o conversar con regularidad con el maestro de su hijo le ayudará a entender los progresos del pequeño y a manifestar su interés y ganas de cooperar con el centro preescolar.

Hablar sobre los problemas del niño

Cuando surgen problemas, como los mordiscos entre niños, el mejor consejo es que los padres y el maestro hablen tranquilamente al respecto. Si su hijo presenta problemas de conducta importantes, hable con su pediatra, que podrá trabajar con el niño y/o remitirle a un psicólogo.

Si su hijo se queja del maestro, intente concretar en qué consisten exactamente sus quejas. A menudo, los alumnos de preescolar se quejan cuando se les aplica una técnica conocida como “pausa obligada” (por ejemplo, tener que retirarse y sentarse un rato en una esquina de la clase cuando se portan mal) o cuando no se les adjudica una tarea no deseada en clase, como ser el primero de la fila. Ayuda mucho que los padres apoyen al maestro y comenten a su hijo que debe seguir las normas de la clase, como esperar su turno.

A la hora de decidir si informar o no al maestro sobre algún problema que tenga el niño, es importante que no sobreestime el punto de vista de un preescolar. Si, por ejemplo, su hijo se queja de que “ningún niño de la clase quiere jugar conmigo” o de que “se aburre en clase”, déle algo más de tiempo si la cuestión no le parece importante.

Las cosas que gustan y disgustan a los niños de preescolar cambian a menudo y los niños de esta edad todavía están empezando a aprender a relacionarse con otros niños de su edad. Asimismo, hay una gran cantidad de factores, como si se encuentran mal o están con hambre o cansados, que pueden influir en su forma de reaccionar en el centro preescolar. No obstante, si su hijo se sigue quejando, se comporta de forma diferente a la habitual o está más triste de lo normal, póngase en contacto con su maestro lo antes posible.

Si tiene alguna duda o hay algo que le preocupa sobre el estilo y/o la forma de llevar la clase del maestro de su hijo, en primer lugar, hable con él. Si no resuelve sus preocupaciones de forma satisfactoria, el próximo paso debería ser hablar con el supervisor del maestro o el director del centro. Intente resolver cualquier problema en vez de cambiar a su hijo de centro de preescolar a medio curso a menos que sea absolutamente necesario. Los niños a quienes se les cambia de centro pueden interpretar que, siempre que surgen problemas, estos se pueden solucionar huyendo del problema, es decir, cambiando de maestro o de centro. Es mejor enseñar a los niños a abordar y resolver los problemas en vez evitarlos.

Construir una relación

Es importante construir una buena relación con el maestro preescolar de su hijo, tanto para usted como para el pequeño. Acérquese al maestro con la mente abierta y con preguntas claras y directas, y así podrá formar parte de la experiencia preescolar de su hijo y enorgullecerse de sus pequeños logros.

Acuérdese de compartir cosas positivas —tanto suyas como del pequeño— con el maestro, así como son el supervisor de este (“A mi hijo le encanta que le lean cuentos”, por ejemplo). Este enfoque no solo permite que el maestro se sienta valorado, sino que crea un marco positivo que facilita que el maestro reciba las retroalimentaciones negativas de una forma constructiva.

Piense en usted y el maestro de su hijo como en un equipo con una meta compartida: contribuir a que su hijo tenga una experiencia preescolar feliz y productiva.