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La vista, el oído y otros sentidos de su bebé: 2 meses

Cada minuto que pasan despiertos y alerta, los bebés incorporan imágenes, sonidos, olores y sensaciones táctiles del mundo que los rodea. Aunque puede costar bastante hacerse una idea de qué significa toda esta información, su bebé puede encontrar alegría y consuelo en los rostros, las voces y las sensaciones familiares de la vida cotidiana.

¿Qué puede ver mi bebé?

Los bebés nacen muy miopes, lo que significa que ven mejor a corta distancia. Hacia el final de los tres meses, son capaces de seguir un objeto en movimiento, se interesan más por las formas y patrones, y pueden identificar caras familiares, incluso a cierta distancia. Los rostros humanos son uno de sus elementos favoritos, sobre todo el suyo propio o el de sus padres. Coloque un espejo de cuna seguro para bebés a la altura de los ojos de su pequeño y fíjese en cómo se observa.

La visión de color de su bebé también se está desarrollando, de modo que los juguetes y los adornos que cuelguen de las paredes que sean de colores vivos ayudarán a desarrollar la habilidad de su pequeño para distinguir colores. Por el contrario, a los bebés les cuesta apreciar los colores suaves y pastel, algo a tener en cuenta al comprarles juguetes y libros.

Alrededor de este mes o del siguiente, la coordinación ocular de su bebé habrá mejorado lo suficiente como para seguir un objeto en movimiento. Alrededor de los tres meses, es posible que empiece a alcanzar o dar golpes a los objetos, el principio de la coordinación mano-ojo.

Su bebé disfrutará observando desde el coche de paseo o el portabebés mientras usted lo pasea por la calle o por el centro comercial. Señale lo que vea y deje que su bebé se entretenga con cualquier cosa que capte su atención. Recuerde que el mundo entero es la sala de clase de su bebé y que hay mucho por ver.

¿Qué puede oír mi bebé?

Su bebé ha estado oyendo sonidos desde que estaba en el vientre materno. El latido del corazón de la madre, los gorgoteos de su sistema digestivo y hasta el sonido de su voz y de las voces de los demás miembros de la familia formaban parte del mundo del bebé antes de nacer. Tras el nacimiento del bebé, los ruidos del mundo exterior se vuelven más fuertes y más nítidos.

A su bebé le encanta oír su voz, de modo que háblele, balbucéele, cántele y arrúllele. Aproveche el “habla” especial del bebé para tener una “conversación” con él. Si oye que su bebé emite un sonido, repítalo y espere a que le conteste con otro sonido. Está enseñando a su bebé valiosas lecciones sobre el tono, las pausas, el ritmo y la alternancia de turnos cuando se habla con alguien.

Los bebés de esta edad parecen responder mejor a voces agudas; por eso, la mayoría de las personas suben el tono de la voz y exageran cuando hablan con un bebé. Está muy bien; los estudios han mostrado que el hecho de que los adultos utilicen esta forma de hablar no retrasa el desarrollo del habla del bebé. De hecho, responderle al bebé favorece el habla del pequeño. Siéntase libre para mezclar el tono y algunas palabras propias del lenguaje adulto con el habla infantil. Aunque pueda parecer que es muy pronto, estará sentando las bases para las primeras palabras de su bebé.

Aparte de las voces, a su bebé le gustará escuchar música (póngale una amplia variedad de estilos musicales) y también se sentirá fascinado por los sonidos de la vida cotidiana. Mantenga cerca a su bebé mientras traquetea con los utensilios de cocina para preparar la cena, y déjelo sentado en su sillita en un lugar donde oiga las risas de sus hermanos mayores mientras juegan. Los sonajeros y los móviles musicales son otras buenas formas de estimular el oído de su bebé.

Lo más probable es que a su bebé le hayan hecho una prueba de cribado auditivo antes de recibir el alta hospitalaria (en la mayoría de los estados es obligatoria). Si no se la hicieron, o si su hijo nació en casa o en un centro de maternidad, es importante que le hagan esa prueba lo antes posible. La mayoría de los niños que nacen con pérdidas auditivas pueden recibir un diagnóstico a través de una prueba de cribado auditivo.

¿Qué puede oler y saborear mi bebé?

Su bebé puede oler y saborear, y preferirá los sabores dulces a los amargos. Por ejemplo, un bebé preferirá succionar de un biberón de agua azucarada pero se apartará o llorará si le dan a probar algo amargo o ácido. Así mismo, los bebés se orientarán hacia olores que les gusten y se apartarán de los que les disgusten.

Aunque al principio preferirán lo dulce, las preferencias gustativas se seguirán desarrollando a lo largo de su primer año de vida. De hecho, los estudios indican que la dieta de la madre puede afectar el sabor de la leche materna. Los primeros sabores a que se expone un bebé pueden modular sus preferencias gustativas más adelante. Por ejemplo, es más probable que una madre que comió alimentos picantes mientras daba el pecho al bebé tenga un hijo que crezca prefiriendo este tipo de alimentos.

Por ahora, la leche materna o la fórmula satisface completamente las necesidades nutricionales de su bebé.

¿Por qué es importante el tacto?

No falta mucho para que su bebé empiece a alcanzar y a tocarlo todo. Pero, por ahora, su bebé depende de usted para desarrollar el tacto. Los bebés saben que los quieren y que los cuidan cuando los llevan en brazos, los abrazan y los besan.

Hágalo divertido, también. Su bebé responderá alegremente a canciones y juegos infantiles, sobre todo cuando vayan acompañados o seguidos de caricias. Introdúzcale texturas y temperaturas diferentes: la suavidad de una pluma, la dureza de un trozo de madera, el tacto frío de una ventana en invierno. Cuando los niños palpan y notan táctilmente el mundo que los rodea, aprenden sobre la vida.

Si está preocupado

Si quiere estar un poco más seguro de que los sentidos de su bebé están funcionando bien, puede hacer algunas pruebas no científicas por sí mismo.

Por ejemplo, si le preocupa la vista de su bebé, fíjese en si observa su rostro atentamente. ¿Observa su bebé los objetos en movimiento? Es posible que su bebé parezca ponerse bizco cuando intente observar algo que está muy cerca. Se suele tratar de algo normal en los primeros meses. Informe al médico de su hijo si los ojos de su bebé se orientan hacia afuera.

Si le preocupa la capacidad de su hijo para oír, hágase a sí mismo estas preguntas:

  • ¿Se asusta el bebé ante ruidos inesperados?
  • ¿Reacciona al sonido de mi voz, incluso aunque no me pueda ver? (La respuesta de su bebé podría ser orientarse hacia el lugar de donde viene la voz, dejar de llorar, sonreír, o empezar a mover los brazos y las piernas).
  • ¿Reacciona el bebé a la música y otros sonidos ambientales?

Si sigue estando preocupado por el oído o la vista de su pequeño, hable con su médico. Cuanto antes se detectan los problemas en la vista o el oído, mejor se pueden tratar.