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Leerles a los bebés

¿Por qué debo leerle a mi bebé?

Es posible que se pregunte cuáles son los beneficios de leerle a un bebé. El bebé no entenderá todo lo que usted hace, ni tampoco por qué lo hace. 

Pero leer en voz alta a su hijo es una actividad compartida maravillosa que puede continuar durante años, y es un estímulo importante.

Leer en voz alta:

  • le enseña al bebé a comunicarse
  • introduce conceptos como los números, las letras, los colores y las formas de una manera divertida
  • desarrolla aptitudes de audición, memoria y vocabulario
  • les da a los bebés información sobre el mundo que los rodea

Aunque parezca mentira, para cuando los bebés cumplen el primer año de vida ya han aprendido todos los sonidos necesarios para hablar su idioma nativo. Cuantas más historias le lea al bebé, más expuesto estará a más palabras y mayor facilidad tendrá para hablar.

Escuchar palabras ayuda a formar una gran red de palabras en el cerebro del bebé. Al llegar a los dos años, los niños cuyos padres les hablan o leen con frecuencia saben más palabras que los niños a los cuales no se les ha leído. Los niños a los cuales se les lee durante los primeros años de vida tienen más posibilidades de aprender a leer en el momento adecuado.

Cuando lee, su hijo escucha cómo usted utiliza diferentes emociones y sonidos para expresarse, lo cual fomenta el desarrollo emocional y social del niño. La lectura también invita a su hijo a mirar, señalar, tocar y responder preguntas; lo cual promueve el desarrollo social y las aptitudes de razonamiento. Y su bebé mejora las aptitudes del idioma imitando sonidos, reconociendo dibujos y aprendiendo palabas.

Pero la razón más importante para leerle en voz alta a su hijo es establecer una conexión entre las cosas que su bebé más quiere: su voz (y estar cerca suyo) y los libros. Pasar tiempo leyéndole a su bebé demuestra que la lectura es una aptitud que vale la pena aprender. Y si a los bebés y los niños se les lee con alegría, entusiasmo y creando un vínculo especial, comienzan a asociar los libros con la felicidad y se comienza a crear un amor por la lectura.

Diferentes edades, diferentes etapas

Es posible que los bebés más pequeños no entiendan el significado de los dibujos de un libro, pero se pueden concentrar en ellos, especialmente en las caras, los colores brillantes y los esquemas contrastantes. Es posible entretener o calmar a un bebé cantando canciones de cuna.

Entre los 4 y los 6 meses, es posible que su bebé muestre más interés en los libros. El bebé tratará de agarrar el libro con sus manos pero también lo querrá morder, chupar y tirar. Elija libros de plástico o de tela que tengan colores vivos y texto repetido o que rime.

Entre los 6 y los 12 meses, su niño comienza a entender que los dibujos representan objetos reales, y es muy probable que demuestre preferencias por ciertos dibujos, páginas o hasta historias. El bebé reaccionará mientras usted lee, tratando de agarrar el libro y emitiendo sonidos; y al cumplir los 12 meses será capaz de voltear las hojas (con su ayuda), señalar objetos en la página y repetir sus sonidos.

Cuándo y cómo leer

Lo bueno de leer en voz alta es que no se necesita una aptitud especial o un dispositivo especial; simplemente usted y unos libros. Lea unos pocos minutos por vez pero lea con frecuencia. No se preocupe de leer libros enteros; concéntrese en las páginas que tanto usted como su bebé disfrutan.

Trate de reservar un momento del día para leer; quizás antes de la siesta o la hora de dormir. Esto no sólo le permitirá mimar a su hijo antes de la hora de dormir sino que también hará más fácil su vida estableciendo una rutina. Esto ayudará a calmar a su bebé y a establecer expectativas cuando llegue la hora de ir a dormir.

También es bueno leer en otros momentos del día. Elija momentos cuando el bebé está seco, alimentado y atento. Los libros también son una buena opción cuando está en algún lugar esperando. Por lo tanto, es una buena idea llevar unos libros en la bolsa de los pañales, que podrá usar cuando tenga que esperar en el consultorio del médico o en la cola del supermercado.

A continuación encontrará otros consejos de lectura:

  • Mimar a su hijo mientras lee, ayuda a que el bebé se sienta seguro, abrigado y conectado con usted.
  • Lea de una manera expresiva variando el tono de su voz según sea adecuado o utilizando diferentes voces con cada personaje de la historia.
  • No se preocupe si no sigue el texto de la historia al pie de la letra. Deténgase de vez en cuando, haga preguntas o comentarios sobre el texto o los dibujos. (“¿Dónde está el gatito? ¡Ahí está! ¡Qué lindo gatito negro!”) Es posible que su hijo todavía no sea capaz de responder, pero esto establece las bases para que más tarde lo pueda hacer.
  • Cante canciones de cuna, emita sonidos graciosos de animales o haga rebotar a su hijo en su falda; cualquier cosa que muestre que la lectura es algo divertido.
  • A los bebés les encanta (y aprenden de esto) la repetición. Por lo tanto, no se preocupe si lee el mismo libro una y otra vez. Cuando lo haga, ponga el mismo énfasis cada vez, de la misma manera que lo haría con una canción conocida.
  • A medida que su bebé crece, aliente a su hijo a tocar el libro o a agarrar los libros que sean de plástico, tela o cartón. No aliente a su hijo a ponerse el libro en la boca para morderlo, pero al hacer esto su hijo está aprendiendo algo sobre ellos: qué gusto tienen y cómo se sienten al tacto y ¡descubrir que no son comestibles!

Lo que debe leer

Los libros para los bebés deben ser simples, repetitivos y tener dibujos que sean claros. Durante los primeros meses de vida, a su hijo sólo le gusta escuchar su voz; por lo tanto, usted puede leer prácticamente cualquier cosa, especialmente libros que hagan cantar al niño o con texto que rime. A medida que su bebé se muestre más interesado en mirar las cosas que lo rodean, elija libros que tengan dibujos simples con fondos sólidos.

Una vez que el bebé comienza a agarrar objetos, le puede leer libros de plástico o de tela que contengan caras, colores brillantes y formas. Cuando su bebé comience a responder al contenido de los libros, agregue libros con hojas de cartón grueso con dibujos de bebés o con objetos conocidos, como juguetes. Cuando su bebé comience a hacer cosas como sentarse solo en la bañera o comer ciertos alimentos con las manos, busque historias simples acerca de la rutina diaria, como la hora de bañarse o la hora de ir a dormir. Cuando su hijo comience a hablar, elija libros que inviten a los bebés a repetir palabras o frases simples.

Los libros con espejos y diferentes texturas (material arrugado, suave, rasposo) son opciones excelentes para esta edad. También lo son los libros que se pueden mantener abiertos solos o los libros con partes que se despliegan. Los libros con hojas de cartón hacen que voltear las páginas sea fácil y los libros de plástico o tela pueden llevarse a todos lados incluso a la bañera. A todos los bebés, cualquiera sea su edad, les encantan los álbumes de fotos con fotos de gente que conocen o aman. ¡Y todos los bebés deben tener una colección de canciones de cuna!

Una de las mejores maneras de asegurarse de que su pequeño se convertirá en un amante de la lectura es tener libros por toda la casa. Cuando su bebé sea capaz de gatear hacia una canasta con juguetes para tomar uno, asegúrese de agregar unos libros junto a los juguetes.

Además de los libros que ya tiene, aproveche los que puede sacar de la biblioteca. Muchas bibliotecas también tienen un programa de cuentos infantiles para bebés. Y no se olvide de sacar un libro para usted mientras está allí. Leer por placer es otra manera de ser un modelo de lectura para su bebé.