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Planes para el nacimiento

Durante el inicio de un embarazo, lo más probable es que ya empiece a pensar en el nombre que le pondrá al bebé y en la ropita que le comparará. Es posible que la realidad del parto y del nacimiento del bebé le parezcan muy lejanos, pero ahora es el momento para empezar a planificar la llegada del bebé creando un plan para el nacimiento donde se detallen sus deseos.

¿Qué es un plan para el nacimiento?

La expresión “plan para el nacimiento” puede ser confusa, no es un plan propiamente dicho sino más bien un listado de preferencias. De hecho, la meta de un plan para el nacimiento no es que usted y su pareja decidan exactamente cómo será el nacimiento de su hijo; el parto implica tantas variables que usted no puede predecir exactamente qué ocurrirá. De todos modos, un plan para el nacimiento le ayudará a darse cuenta de qué es lo más importante para usted en lo que se refiere a la forma de dar a luz a su bebé.

Al elaborar el plan para el nacimiento, usted se informará, explorará y entenderá mejor las opciones para dar a luz mucho antes de que nazca su bebé. Esto también puede mejorar la comunicación con las personas que le ayudarán durante el alumbramiento.

Un plan para el nacimiento no es un acuerdo vinculante; sólo es una guía. Es posible que su médico u otro profesional de la salud que lleve su embarazo sepa, después de haberla visto a lo largo de todo el embarazo, qué es lo que usted desea y lo que no desea. Pero, si usted se pone de parto cuando haya un médico de guardia a quien usted no conozca bien, un plan para el nacimiento bien pensado le puede ayudar a comunicar sus metas y sus deseos a las personas que la estén ayudando durante el parto.

¿A qué preguntas responde un plan para el nacimiento?

Un plan para el nacimiento suele cubrir tres áreas principales:

1. ¿Cuáles son sus deseos durante un parto y un alumbramiento normales?

Estos van desde cómo espera gestionar el alivio del dolor hasta la monitorización fetal. Piense en el entorno en que desea tener a su bebé, quién quiere que esté allí y qué posturas desea utilizar para dar a luz a su bebé.

2. ¿Cómo espera que traten a su bebé inmediatamente después del parto y durante sus primeros días de vida? 

¿Quiere que su pareja corte el cordón umbilical del bebé? De ser posible, ¿quiere que le coloquen al bebé sobre el estómago inmediatamente después de que nazca? ¿Quiere alimentar al bebé inmediatamente después de que nazca? ¿Le dará el pecho o el biberón? ¿Le gustaría que el bebé durmiera cerca de usted o en la sala de recién nacidos (si el hospital tuviera una?

Las políticas sobre el cuidado de los recién nacidos varían mucho entre hospitales; usted querrá saber cuáles son y cómo se adaptan a sus preferencias.

3. ¿Qué quiere que ocurra si surgiera algo inesperado?

Nadie quiere pensar en que algo pueda ir mal. Pero si ocurre, es mejor haber pensado en las opciones con antelación. Puesto que algunas mujeres necesitan partos por cesárea, su plan para el nacimiento también debería cubrir sus deseos en el caso de que ocurra algo inesperado durante el parto. También le interesa pensar sobre otras posibles complicaciones, como el parto prematuro.

Aspectos a considerar

Antes de tomar ninguna decisión sobre cada una de las opciones para dar a luz, le interesa  hablar con el profesional de la salud que lleva su embarazo y visitar el hospital o centro de maternidad donde tenga pensado tener a su bebé.

Es posible que su ginecólogo-obstetra, su comadrona o su enfermera especializada en obstetricia o el área de admisión de pacientes del centro ya dispongan de formularios sobre planes para el nacimiento que usted puede rellenar. En tal caso, usted puede utilizar el formulario a modo de guía para hacer preguntas sobre cómo suelen atender a las mujeres que dan a luz en el centro. Si las respuestas que le dan no son las que usted esperaba, tal vez prefiera buscar un profesional de la salud o un centro que se adapten más a sus objetivos.

Y es importante ser flexible; si sabe que no se va a poder satisfacer un aspecto de su plan para el nacimiento, asegúrese de equilibrar ese único aspecto con sus otros deseos. Si sus opciones están limitadas debido a sus necesidades médicas, a lo que cubre su seguro médico, el precio o la geografía, priorice una o dos áreas que sean realmente importantes para usted. En las áreas en que sus ideas no coincidan con las de su médico o comadrona, pregunte por qué él o ella suele hacer las cosas de esa forma y escuche las respuestas antes de tomar ninguna decisión. Podría haber motivos importantes de que un médico considere que algunas opciones de parto son mejores que otras.

Por último, averigüe si hay cosas sobre su embarazo que podrían impedir ciertas opciones. Por ejemplo, si su embarazo se considera de alto riesgo debido a su edad, su salud o problemas que hayan surgido durante el embarazo (actuales o previos), el profesional de la salud que lleva su embarazo le podría desaconsejar sobre algunos de sus deseos relacionados con el parto. Les conviene considerar y comentar esta información cuando reflexionen sobre las distintas opciones.

¿Cuáles son sus opciones para dar a luz?

Al elaborar su plan, es posible que pueda elegir en las siguientes áreas:

Dónde tener al bebé. La mayoría de las mujeres dan a luz en un hospital. De todos modos, muchas de ellas ya no lo hacen confinadas en una sala de maternidad fría y estéril. Averigüe si su hospital practica la atención centrada en la familia. Esto suele significar que las habitaciones de las pacientes dispondrán de una puerta, muebles, un baño individual y suficiente espacio para acoger a la familia.

Además, ahora muchos hospitales ofrecen habitaciones de maternidad que permiten a la mujer estar en la misma cama durante la fase de dilatación, el parto y, a veces, el posparto (después del nacimiento). Estas habitaciones están completamente equipadas para partos sin complicaciones. Suelen ser agradables y cuentan con una iluminación suave.

Pero algunas mujeres creen que el entorno más cómodo para dar a luz es su propia casa. Los defensores del parto en casa consideran que tanto el parto como el alumbramiento pueden y deben ocurrir en casa, pero también enfatizan que una comadrona, una enfermera obstétrica titulada o un médico debería asistir el parto.

Una cosa importante a recordar sobre el parto en casa es que, si surgiera alguna complicación, no se dispondría de los servicios ni de la tecnología médica propios de un hospital. Puede costar un tiempo llegar al hospital, y en un parto complicado esos minutos perdidos podrían ser cruciales.

Para aquellas mujeres cuyos embarazos se puedan catalogar como de bajo riesgo que quieran algo que esté entre un hospital y su propia casa, los centros de maternidad son otra opción. Estos centros ofrecen un ambiente más acogedor y relajado, con algunos de los servicios propios de un hospital. Algunos centros de maternidad están asociados a hospitales, adonde pueden transferir pacientes si fuera necesario. Es una buena idea enterarse de cómo se procede en caso de haya complicaciones: ¿Cómo la transferirían al hospital? ¿Cuánto tiempo invertirían en hacer la transferencia?

Quién asistirá el parto. La mayoría de las mujeres eligen a un obstetra/ginecólogo, que es un especialista en atender embarazos (incluyendo aquellos con complicaciones), así como en atender el parto y el alumbramiento. Si su embarazo se considera de alto riesgo, es posible que deriven su caso a un ginecólogo-obstetra subespecializado en medicina maternofetal. Estos médicos están especializados en atender a las mujeres embarazadas con afecciones médicas o complicaciones, así como a sus fetos.

Otra opción posible consiste en escoger a un médico de familia con formación y experiencia para llevar embarazos y asistir partos de bajo riesgo. En algunas zonas de EE.UU., sobre todo las áreas rurales donde hay escasez de ginecólogos-obstetras, los médicos de familia asisten la mayoría de los partos. Y, en calidad de médicos de familia, pueden seguir tratando tanto a las madres como a sus bebés después del parto.

Los médicos no son los únicos profesionales de la salud que puede escoger una mujer embarazada para que asista su parto. Usted puede decidir que quiere que asista a su parto una comadrona o una enfermera obstétrica titulada, unas profesionales de la salud que están formadas médicamente y que están tituladas para atender partos de bajo riesgo, y cuyas filosofías hacen hincapié en educar a los futuros padres sobre los aspectos naturales de dar a luz.

s mujeres está eligiendo la presencia de una doula, o asistente en el parto, aparte del personal médico. Se trata de una persona formada para acompañar a la madre durante el parto y que está ahí para brindarle apoyo. Una doula se puede reunir con la madre antes del parto y puede ayudarla a comunicar sus deseos al personal médico, si fuera necesario.

Su plan para el nacimiento también puede indicar quién más desearía que la acompañe antes, durante e inmediatamente después del parto. En un parto vaginal sin complicaciones, estas personas podrían ser su pareja, sus otros hijos, un amigo u otro familiar. También puede dejar claro en qué momentos no desea que la acompañe nadie más que su pareja.

Más opciones relacionadas con el parto

Ambiente durante el parto y el alumbramiento. Muchos hospitales y centros de maternidad ahora permiten que las mujeres tomen decisiones sobre el ambiente en que prefieren dar a luz. ¿Le gustaría que hubiera música y una iluminación tenue? ¿Le gustaría tener la libertad de caminar durante el período de dilatación? Si fuera posible, ¿le gustaría comer o beber durante el período de dilatación? Tal vez le permitan pedir cosas que le ayudarán a sentirse más a gusto, desde la ropa que le gustaría llevar hasta si dispondrá de reproductor de DVDs en la habitación. 

Procedimientos durante el parto. Los hospitales solían realizar los mismos procedimientos con todas las mujeres durante el período de dilatación y el parto propiamente dicho, pero ahora muchos de ellos muestran una mayor flexibilidad al respecto. Algunos ejemplos incluyen:

  • Enemas. Utilizados para limpiar los intestinos, los enemas antes se administraban de forma rutinaria cuando una mujer ingresaba en un centro para dar a luz. Ahora, la mujer puede decidir si quiere que le pongan o no un enema.
  • Provocación del parto. En algunas ocasiones, puede ser necesario inducir el parto o acelerarlo por motivos médicos. Pero a veces, los médicos dan a las mujeres la opción de dejarles un poco más de tiempo para que el parto progrese a su propio ritmo.
  • Afeitar el área pubiana. Aunque antes se hacía por norma, ahora no se afeita el área pubiana de la mujer a menos que ella lo pida.

Otros procedimientos que puede incluir en su plan para el nacimiento son sus preferencias sobre la monitorización fetal, el equipo adicional para el parto que desea tener en su habitación y la frecuencia con que le harán pruebas internas durante el parto.

El manejo del dolor. Esto es importante para la mayoría de las mujeres y es algo sobre lo que usted debe tomar muchas decisiones. También es algo que le interesa comentar a fondo con el profesional de la salud que lleva su embarazo. Algunas mujeres cambian de opinión sobre el alivio del dolor durante el parto solo para descubrir que el parto ha avanzado demasiado como para poder utilizar ciertos métodos, como la anestesia epidural. También pregunte sobre otras formas alternativas de aliviar el dolor, incluyendo el masaje, la relajación, la respiración y los baños. Infórmese sobre las distintas opciones y exponga sus deseos al profesional de la salud que trata su embarazo.

La postura adoptada durante el parto. Puede probar varias posturas durante el parto, incluyendo la clásica posición semi-reclinada con las piernas abiertas y los pies elevados que tanto se ve en el cine. Otras posturas son tumbarse de lado, ponerse en cuclillas, de pie, o simplemente colocarse de la postura en que se encuentre más cómoda en ese momento.

La episiotomía. Cuando es necesario, los médicos practican una episiotomía (cuando el perineo, el área de piel comprendida entre la vagina y el ano, se corta parcialmente para facilitar la salida del bebé).  Es posible que se la practiquen si existe riesgo de desgarro o en caso de emergencia médica. Pero, si existe la posibilidad de no hacérsela, hable sobre sus preferencias con el profesional que lleva su embarazo.

El parto asistido. Si el bebé se queda atascado en el canal del parto, es posible que sea necesario practicarle un parto asistido (por ejemplo, utilizando fórceps o ventosas).

La cesárea. Si tuvieran que hacerle una cesárea, tendrá que considerar algunas cosas. ¿Le gustaría que estuviera presente su pareja, de ser posible? ¿Le gustaría ver cómo nace su bebé?

Después del parto. Hay muchas decisiones a tomar sobre el momento inmediatamente posterior al parto, como:

  • ¿Le gustaría a su pareja cortar el cordón umbilical del bebé?
  • ¿Le gustaría a su pareja tomar en brazos al bebé cuando nazca?
  • ¿Quiere establecer contacto inmediato con el bebé o preferiría que lo limpiaran antes?
  • ¿Qué le gustaría hacer con la placenta? ¿Le gustaría conservarla?
  • ¿Quiere amamantar al bebé inmediatamente después de nacer?

Cómo comunicar sus deseos

Explique al profesional que trata su embarazo el porqué de su plan para el nacimiento de su bebé, diciéndole que no se debe a que usted no confíe en él o ella, sino que le interesa asegurar la cooperación de todos los profesionales y cubrir todas las posibilidades por si algo fuera mal. Si parece ofenderse o se resiste a la idea de adaptarse a su plan para el nacimiento, tal vez le interese reconsiderar si se trata del profesional que usted necesita.

Asimismo, piense en el lenguaje que contiene su plan. Puede utilizar muchos recursos de Internet para crear uno o bien lo puede elaborar usted misma. 

He aquí algunos consejos:

  • Haga que su plan para el nacimiento se lea como una lista de preferencias o de “los mejores escenarios posibles”, en vez de como un conjunto de exigencias. Frases como “preferiría” y “si fuera necesario desde el punto de vista médico” ayudarán a que los profesionales sepan que usted entiende que tal vez no se pueda cumplir todo lo indicado en su plan.
  • Piense en el resto del personal que lo utilizará: se sentirá más cómodo si usted se refiere a él como sus “preferencias para el nacimiento” en lugar de como su “plan para el nacimiento”, lo que se podría interpretar como que usted está intentando decirles cómo deben hacer su trabajo.
  • Intente que contenga frases positivas (“esperamos que”), en oposición a frases de connotaciones negativas (“bajo ninguna circunstancia”).

Una vez que haya elaborado su plan para el nacimiento, programen una reunión para repasarlo con su médico o enfermera obstétrica. Hablen y comenten sobre si están de acuerdo o en desacuerdo. Durante su embarazo, revise su plan para el nacimiento con su pareja periódicamente.

Procure tener un plan tan sencillo como sea posible y escriba sus deseos en orden de importancia. Centrarse en sus prioridades le ayudará a asegurarse de que sus deseos más importantes se cumplen.

Haga varias copias del plan: una para usted, una para añadir a su historia médica, una para su médico, comadrona o enfermera obstétrica y una para su acompañante o pareja. Además, lleve varias copias de más en su maleta en caso que su médico no estuviera de guardia cuando nazca el bebé.

No puede controlar todo lo que sucede durante el nacimiento de su bebé. Pero usted juega un papel en las decisiones que se tomen sobre su cuerpo y sobre el bebé. Un plan para el nacimiento de su bebé bien pensado lo puede ayudar a conseguirlo.