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Seguridad en línea

Internet puede ser una maravilla para los niños. La pueden usar para investigar al hacer trabajos escolares, comunicarse con sus profesores y otros niños, y jugar a juegos interactivos.

Pero el acceso a internet viene con riesgos asociados, como los contenidos inapropiados, el acoso cibernético y los depredadores en línea. Usando las redes sociales y los sitios web donde interactúan los niños, los depredadores pueden encontrar a un niño o adolescente tratando de hacer amistades. Pueden instar al niño a que les facilite información personal, como su dirección y su número de teléfono, o pedir a los niños que los llamen para conocer el teléfono del niño mediante la identificación de la llamada. 

Los padres deben estar pendientes de lo que ven y escuchan sus hijos en línea, a quién conocen y qué comparten sobre sí mismos. Hable con su hijo al respecto, use herramientas para protegerlo y supervise su actividad en línea.

Leyes sobre seguridad en internet

La ley federal para la protección de la privacidad de los niños en línea (Acta de Protección de la Privacidad de los Niños en línea -COPPA, por sus siglas en inglés), ayuda a proteger a los niños menores de 13 años cuando están en línea. Está diseñada para impedir que nadie obtenga información personal sobre un niño sin que su padre o madre lo sepa y esté de acuerdo desde el principio.

COPPA exige que los sitios web expliquen sus políticas de privacidad, así como contar con el consentimiento de los padres antes de registrar o usar la información personal de un niño, como su nombre, su dirección, su número de teléfono o su número de la Seguridad Social. La ley también prohíbe que un sitio pida a los niños más información personal de la necesaria para jugar a juegos o entrar en un partido. 

Herramientas de protección en línea

Las herramientas en línea permiten controlar el acceso de sus hijos a contenidos adultos y ayudan a protegerlos de depredadores por internet. Muchos proveedores de servicios de internet (PSI) ofrecen servicios de control parental. También se pueden adquirir programas que ayudan a bloquear el acceso a sitios y limita la información personal que se puede enviar en línea. Hay otros programas que permiten supervisar y hacer un seguimiento de la actividad en línea. 

Involucrarse en las actividades en línea de su hijo

Más importante que bloquear contenidos inaceptables es enseñar a su hijo a actuar con seguridad y responsabilidad en línea, así como estar pendiente de cómo usar internet.

Recomendaciones básicas a compartir con su hijo sobre el uso seguro de internet:

  • Seguir las reglas de la familia y las establecidas por el proveedor de servicios de internet.
  • No compartir ni intercambiar fotos personales.
  • No revelar nunca información personal, como la dirección, el número de teléfono o el nombre o la dirección de la escuela a la que se va.
  • Usar solo un nombre de usuario (que no coincida con el nombre verdadero) y no compartir las contraseñas con nadie (salvo con los padres).
  • No aceptar conocer en persona a nadie que se haya conocido en línea sin el consentimiento y/o la supervisión de uno de los padres. 
  • No responder nunca a mensajes, correos electrónicos ni mensajes de texto de tono amenazante.
  • Avisar a uno de los padres o a otro adulto de confianza si se recibe algún comentario o se mantiene una conversación que asusta o que hiere. 

Recomendaciones básicas para la supervisión parental:

  • Pase tiempo en línea con su hijo para enseñarle cuál es el comportamiento adecuado en internet.
  • Coloque la computadora en un lugar de la casa de uso familiar donde pueda supervisar a su hijo, en vez de en el dormitorio de su hijo. Supervise el tiempo que pasa su hijo usando teléfonos inteligentes o tabletas.
  • Cree una lista de “favoritos” para su hijo, con sus páginas preferidas, para facilitarle el acceso directo.
  • Compruebe el estado de las cuentas de su tarjeta de crédito y la factura de teléfono para detectar posibles gastos inesperados. 
  • Averigüe qué protección en línea ofrecen la escuela o el centro de estudios de su hijo, su centro de actividades extraescolares, las casas de sus amigos o cualquier otro lugar donde su hijo pueda usar una computadora sin su supervisión. 
  • Tome en serio a su hijo si le informa de intercambios en línea que le hacen sentirse incómodo o molesto. 

Si se entera del envío, uso o consulta de sitios de pornografía infantil en línea, llame al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés) (800) 843-5678 o diríjase en línea a CyberTipline (sitio web para reportar la explotación sexual y la pornografía infantil). Allí, se asegurarán de hacer llegar esta información a los funcionarios de los cuerpos de seguridad para que la investiguen. Si su hijo ha recibido pornografía infantil por internet, póngase en contacto con la comisaría local o con el FBI. 

Esté pendiente de los signos de alerta de que un niño está siendo el blanco de un depredador en línea. Entre las pruebas, se incluyen las siguientes:

  • pasar muchas horas conectado, sobre todos por la noche
  • recibir llamadas de desconocidos
  • regalos inesperados que le llegan a su hijo por correo 
  • apagar la computadora u otro dispositivo electrónico súbitamente en cuanto usted entra en la habitación donde está la computadora
  • aislarse de la vida familiar y renunciar a hablar de sus actividades en línea

¡Hable con su hijo! Mantenga siempre abierta una línea de comunicación y asegúrese de que su hijo se siente cómodo cuando le pide ayuda porque tiene problemas en línea.

Internet y los adolescentes

A medida que los niños crecen, resulta un poco más complicado supervisar el tiempo que pasan en línea. Pueden llevar siempre encima su teléfono inteligente (o smartphone). Lo más probable es que quieran — y necesiten— más intimidad y más privacidad. Se trata de algo sano y normal, porque se están volviendo más independientes de sus padres. Internet puede ofrecer un entorno “virtual” seguro para explorar parte de esa libertad recién conquistada si se toman precauciones.

Hable con su hijo sobre las aplicaciones y los sitios que consultan los adolescentes y sobre sus experiencias en línea. Explíquele el peligro de relacionarse con desconocidos en línea y recuérdele que la gente no siempre dice la verdad por internet. Explíquele que las contraseñas (o passwords) están ahí para protegerse de cosas como el robo de la identidad. No las debería compartir con nadie, ni siquiera con su novio/a o su mejor amigo/a. 

Adoptar un rol activo en las actividades de su hijo en línea ayuda a asegurarse de que las pueda aprovechar al máximo sin exponerse a sus peligros potenciales.