Ayudar a su hijo a adaptarse a la diabetes
Cuando un hijo tiene diabetes, hay muchas cosas de las que se debe hablar. Esto es especialmente cierto al principio de la enfermedad.
Todos los sentimientos están permitidos
Es normal que una persona que se entera que tiene diabetes tenga muchos sentimientos encontrados. Con frecuencia, el diagnóstico de diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 puede causar sorpresa, tristeza o enojo.
Algunos niños están ansiosos de expresar sus sentimientos, mientras que otros tal vez necesiten que los animen a compartir lo que piensan. Esté ahí cuando su hijo quiera hablar con usted. Escuche atentamente lo que le diga. Tranquilícelo explicándole que es normal sentir lo que siente.
Tal vez desee recordarse a usted y a su hijo que el diagnóstico de diabetes no es culpa de nadie: no se debe a nada que usted o su hijo hayan hecho. Y recuerde que con los nuevos tratamientos y las nuevas tecnologías, los niños con diabetes ahora pueden aprender a manejar su afección haciendo las mismas cosas que los demás niños. Si necesita ayuda para hablar con su hijo sobre la diabetes, recurra al equipo de atención.
Brinde apoyo emocional a su hijo
Su hijo acude a usted para que le brinde cuidado, tranquilidad y consejos. Necesita su apoyo físicamente (por ejemplo, que lo ayude durante una inyección de insulina) y emocionalmente (por ejemplo, para hablar sobre los sentimientos que le surgen al tener una afección nueva y de por vida). Para demostrarle su interés y su apoyo, comience por hablar abiertamente en cuanto su hijo reciba el diagnóstico. Sentará las bases de una buena comunicación para cuando surjan desafíos más adelante.
A continuación, encontrará algunas maneras de hablar sobre estos temas:
- Hablen sobre los cuidados diarios. Si su hijo está triste porque necesita una inyección de insulina, puede decirle: “Sé que da un poco de miedo, pero eres realmente valiente”.
- Hablen sobre las emociones. Puede preguntarle: “¿Cómo te sientes hasta ahora con la diabetes?” o “¿Hay algo que te preocupe?”.
Toda la familia puede brindarle apoyo a su hijo. Cuando sea posible, incluya a los hermanos en la planificación de las comidas y la actividad física. Si trabajan en “equipo” la familia podrá hacer elecciones saludables y su hijo con diabetes no se sentirá diferente.
Por último, ayude a su hijo a volver a participar de todas las actividades que realizaba antes del diagnóstico. Esto los ayudará a ambos a aprender a manejar la diabetes en distintas situaciones. También lo ayudará a su hijo a saber que puede continuar haciendo sus actividades favoritas.
Consejos para ayudar a su hijo a adaptarse
Los niños tienen diferentes necesidades a medida que crecen y cambian. Lentamente, con el paso del tiempo, puede ayudar a su hijo a desarrollar las habilidades que necesitará en algún momento para manejar la diabetes por sí solo. Cuando hablen sobre la diabetes, sea honesto y esté preparado para responder preguntas.
Sus palabras y sus actos son importantes. Use las palabras adecuadas a la edad y la etapa de desarrollo de su hijo:
- Si se trata de niños pequeños: tranquilice a su hijo con un tono suave y palabras tranquilizadoras al pincharle los dedos o darle inyecciones. Muy pronto, estas actividades formarán parte de la rutina del niño, como los cambios del pañal o la preparación para una siesta.
- Si se trata de niños en edad preescolar: use palabras sencillas cuando le explique las tareas de cuidado diario que realiza, como darle una inyección. Cuando pueda, dele a su hijo una sensación de control. Por ejemplo, permítale decidir dónde quiere recibir la inyección de insulina, qué dedo usar para el pinchazo o dónde desea que se le coloque el monitor continuo de glucosa. Los niños pueden aprender mucho observando a los padres cuando hacen las tareas diarias o ayudan con las diferentes tareas del cuidado. Si participa con frecuencia en este momento, será más sencillo para los niños acostumbrarse a hacerse cargo del cuidado en el futuro.
- Si se trata de niños de la escuela primaria o media: anime a su hijo a hacerse cargo de más tareas del cuidado de su diabetes con su apoyo y supervisión. Es fundamental que los cambios sean graduales. Comience con una tarea y, lentamente, dele a su hijo más responsabilidades. El equipo de atención de la diabetes puede orientarlo sobre qué tareas puede hacer su hijo de acuerdo a su edad.
- Si se trata de adolescentes: pregúntele a su hijo qué siente por tener diabetes en la escuela y al estar con sus amigos. Escúchelo sin juzgarlo. A esta edad, es importante sentirse aceptado por los pares y algunos adolescentes experimentan con sustancias que podrían afectar su nivel de azúcar en sangre. Por eso, es un buen momento para hablar sobre el alcohol y las drogas. Otro tema sobre el que deben hablar es su nivel de participación en el cuidado de la diabetes de su hijo. Hable sobre la forma en la que pueden mantenerse conectados para que ambos estén satisfechos. Esto puede implicar encontrar un equilibrio adecuado entre los deseos de independencia de su hijo adolescente y su deseo de permitirle que usted le dé consejos y apoyo.
Cuando surjan preguntas, recurra al equipo de atención de la diabetes para que le brinden apoyo. Siempre estarán dispuestos a ayudarlos.