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Diabetes: cuándo llamar al médico

Para cuidar de un niño con diabetes, es necesario, entre otras cosas, saber cuándo pedir ayuda médica. Sin importar si su niño padece de diabetes tipo 1 o 2, su programa de control de la diabetes contiene instrucciones sobre qué hacer en diferentes situaciones médicas. A medida que vaya adquiriendo experiencia en ayudar a su hijo a controlar la diabetes, se sentirá más seguro para resolver diferentes situaciones vinculadas con su salud.

A quién llamar

A quién pedirle ayuda, en caso de que su niño se sienta mal, se lastime o tenga algún síntoma de la diabetes, depende de diferentes factores, como los síntomas y la gravedad de éstos. El programa de control de la diabetes de su hijo debe indicar claramente cuándo y a quién llamar para pedir ayuda.

En la mayoría de los casos, incluso cuando los problemas se deben a la diabetes, debe recurrir, en primer lugar, al médico de cabecera de su hijo, que puede ser un pediatra o el médico de la familia. Tanto si es para hacer una pregunta como para coordinar una cita, el médico de cabecera de su hijo podrá brindarle ayuda.

Sin embargo, es posible que, en algunos casos, el programa de control de la diabetes le sugiera que se comunique con otros miembros del equipo de diabetes, como un especialista en endocrinología pediátrica, un enfermero o un educador certificado en diabetes.

Si considera que está ante una emergencia, llame al 911 o lleve a su hijo a una sala de emergencias. Pero antes de hacer una llamada o salir velozmente hacia la sala de emergencias, no olvide brindarle a su hijo la atención de urgencia que le ha sido indicada (por ejemplo, aplicar una inyección de glucagón en un caso de reacción severa por bajo nivel de azúcar en la sangre).

Qué informarle al equipo médico

Si su niño con diabetes necesitara atención médica, los profesionales podrían preguntarle lo siguiente:

Si su hijo se siente mal o está lastimado

Si su hijo se enferma, especialmente si tiene fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, o si se ve alterada su capacidad para comer o beber, debe llamar al médico.

Además, tanto el médico como los demás miembros del equipo de diabetes deben ser notificados cuando su hijo:

  • haya sufrido alguna herida importante (más que un corte pequeño, un raspón o un golpe),
  • vaya a ser sometido a una intervención quirúrgica (especialmente si ésta interfiere con la alimentación normal o si implicará anestesia o sedantes) o
  • necesite tomar alguna nueva medicación que le hayan recetado (algunos medicamentos pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre).

Si su hijo tiene problemas relacionados con la diabetes

Es probable que el programa de control de la diabetes de su hijo le indique que debe llamar al médico o buscar atención médica de emergencia si éste manifiesta problemas relacionados con la diabetes, como la hiperglucemia, la cetoacidosis o la hipoglucemia.

Hiperglucemia

“Hiperglucemia” significa que el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre es mayor que el normal. En una persona diabética, los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden presentarse por diferentes razones, como no recibir suficiente insulina, consumir bebidas o comidas que contengan mucha azúcar o carbohidratos, o por el estrés físico que puede provocar una enfermedad, una lesión o una excesiva tensión física o emocional.

Debe llamar al médico de su hijo si:

  • los niveles de azúcar en la sangre de su niño se mantienen por encima del rango recomendado por el equipo de tratamiento médico de la diabetes, especialmente si su hijo está manifestando síntomas característicos, como tener mucha sed y orinar excesivamente;
  • además de tener los niveles de azúcar en la sangre elevados, su orina contiene cetonas (un indicador de que podría estar desarrollando una cetoacidosis diabética).

Cetoacidosis diabética (DKA por sus siglas en inglés)

Los niveles elevados de cetonas hacen que la sangre se vuelva más ácida, lo cual se conoce como “cetoacidosis diabética” (DKA). La cetoacidosis es una afección grave que pone en riesgo la vida y requiere atención médica urgente.

En la mayoría de los casos, la cetoacidosis diabética se presenta cuando una persona que padece de diabetes no recibe suficiente insulina (y, por lo tanto, los niveles de azúcar en la sangre también son elevados) o si se encuentra estresada por alguna enfermedad o alguna lesión. Cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa como combustible, procesa la grasa para obtener energía. Cuando se procesa la grasa, el cuerpo produce unas sustancias químicas llamadas cetonas, que luego aparecen en la sangre y en la orina. 

Debe buscar ayuda médica inmediata si detecta cetonas en la orina de su hijo y si presenta síntomas de la DKA, como los siguientes:

  • dolor abdominal,
  • náuseas o vómitos,
  • respiración rápida y profunda o
  • somnolencia excesiva, confusión o pérdida de la conciencia.

Hipoglucemia

La hipoglucemia se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre es menor que el normal. Las personas que padecen de diabetes son más propensas a sufrir de hipoglucemia (también conocida como “bajo nivel de azúcar en la sangre”) si no comen lo suficiente, si reciben una dosis de medicamento superior a la necesaria para el control de la glucosa (como la insulina) o si realizan más ejercicio físico que de costumbre.

Debe prestar atención ante una posible hipoglucemia si su niño siente:

  • hambre excesiva,
  • temblores,
  • sudor,
  • debilidad,
  • somnolencia o
  • mareos.

De ser posible, realícele un análisis de azúcar en la sangre para confirmar que los síntomas se deben a un bajo nivel de azúcar. Pero si resulta imposible verificar el nivel de azúcar en ese momento, no deje de tomar las medidas necesarias para aliviar los síntomas de su hijo (podrá verificar los niveles de azúcar en la sangre luego de haber hecho lo necesario para regresar los valores al rango normal).

El programa de control de la diabetes de su hijo debe incluir instrucciones para saber identificar y tratar la hipoglucemia. Siempre se debe comenzar por tratar la hipoglucemia y recién después puede llamar al médico para aclarar dudas o preocupaciones.

Debe aplicarle inmediatamente una inyección de glucagón a su hijo (siguiendo las instrucciones de su programa de control de la diabetes) si éste manifiesta síntomas severos de hipoglucemia, como los siguientes:

  • confusión,
  • pérdida del conocimiento o
  • convulsiones.

Intentar que su hijo consuma alimentos o bebidas con azúcar o que tome tabletas de glucosa en una situación de este tipo puede llegar a ser dificultoso o hasta peligroso; tampoco conviene demorar el tratamiento mientras intenta llamar a un médico o una ambulancia.

Luego de recibir glucagón, debido a un episodio grave de bajo nivel de azúcar en la sangre, el niño debería despertarse en 10-15 minutos y comer o beber azúcar o tabletas de glucosa para evitar que el nivel de azúcar vuelva a caer. Si su hijo no reacciona luego de la inyección de glucagón, llame al 911.

Debe llamar al médico o al equipo de tratamiento médico si su hijo:

  • ha tenido un episodio grave de bajo nivel de azúcar en la sangre (una vez que lo haya tratado) o
  • está teniendo episodios de hipoglucemia más frecuentes o inexplicables.

Si su hijo está teniendo problemas con la hiperglucemia o la hipoglucemia, debe comunicarse con su equipo médico para decidir si es necesario modificar el tratamiento.

Si su hijo tiene problemas emocionales o de conducta

Todos los padres, tengan hijos con diabetes o no, consultan con los médicos por los mismos motivos. Pero en el caso de los niños diabéticos, se deben tener en cuenta otros asuntos. Algunas cuestiones sociales o psicológicas pueden llegar a necesitar atención médica ya que podrían ser indicadores de posibles problemas mentales serios y afectar el control de la diabetes del niño.

Debe llamar al médico de su hijo si éste manifiesta síntomas de depresión o de algún otro problema mental, como los siguientes:

  • tristeza permanente,
  • falta de energía,
  • irritabilidad, enojo o ansiedad,
  • incapacidad para concentrarse,
  • cambios en los hábitos del sueño y la alimentación o
  • pensamientos recurrentes acerca de la muerte o el suicidio.

También debe llamar al médico de su hijo si cree que él está abusando de las drogas o del alcohol o si:

  • parece retraído, deprimido o cansado,
  • se ha vuelto hostil o no está dispuesto a colaborar,
  • ha dejado de ver a sus antiguos amigos,
  • ha perdido interés por su aspecto o lo ha modificado drásticamente,
  • ha perdido el interés por sus pasatiempos, deportes u otras actividades que disfrutaba o
  • ha modificado sus hábitos de alimentación.

Además, es importante que le comunique al médico o al equipo de tratamiento médico si sospecha que él no está respetando el régimen de su programa (por ejemplo, si no está comiendo o si no toma la medicación en la escuela).

No es conveniente que usted maneje este tipo de problemas solo (de hecho, es mejor para la salud de su hijo que comparta esta información con su médico).

Cómo preparar a su hijo para cuando usted no esté cerca

¿Qué ocurre si su hijo necesita asistencia médica cuando usted no está con él? Estos puntos pueden ayudar a preparar a su niño y a los que estén cuidando de él:

  • Asegúrese de que su hijo lleve siempre una pulsera o un collar que indique su condición de diabético.
  • Asegúrese de que su hijo lleve los elementos necesarios para hacerse los análisis, artículos para su tratamiento e información de contacto cada vez que salga de su hogar o que no esté bajo su cuidado.
  • Dígale a su hijo que está bien que llame a un médico o al 911 en caso de sufrir algún problema médico urgente.
  • Asegúrese de que los maestros y las personas a cargo de su niño (niñeras, adultos en casas de amigos, personal de la escuela y entrenadores) sepan identificar y resolver los problemas relacionados con la diabetes. Provea instrucciones escritas para que todos sepan qué hacer en casos de emergencia.

Una vez que usted, su hijo y quienes estén a cargo de su cuidado se hayan preparado, usted tendrá la tranquilidad de saber que podrán resolverse con eficacia los problemas relacionados con la diabetes.