Estrechamiento aórtico
¿Qué es un “estrechamiento aórtico”?
Un estrechamiento aórtico (también se le llama “coartación de la aorta”) es lo que indica su nombre: un estrechamiento de la aorta, un vaso sanguíneo principal que lleva la sangre procedente del corazón al resto del cuerpo. Este estrechamiento hace que el lado izquierdo del corazón tenga que trabajar más para bombear sangre a través de la aorta.
A veces el estrechamiento es de escasa importante y no provoca ningún síntoma. Otras veces, se debe operar o bien aplicar otros procedimientos para corregirlo.
¿Por qué lo tienen algunos niños?
El estrechamiento aórtico es una anomalía congénita, lo que significa que es algo con lo que se nace. Los médicos no saben con seguridad por qué algunas personan nacen con esta anomalía, pero los niños tienen el doble de probabilidades de tenerla que las niñas.
En muchas personas, esta anomalía se presenta junto con otras anomalías congénitas, como una comunicación interventricular (un orificio en el tabique que separa los ventrículos izquierdo y derecho del corazón). También es frecuente en las niñas afectadas por un síndrome de Turner, un trastorno genético donde falta uno de los dos cromosomas X o bien está incompleto.
Generalmente, el estrechamiento aórtico se detecta pronto. Pero hay algunas personas a quienes no se lo diagnostican hasta la adolescencia o, incluso, hasta la etapa adulta. En estos casos, se suele deber a que el estrechamiento aórtico no es lo bastante grave como para causar síntomas importantes hasta entonces. Pero incluso las personas que no presentan síntomas importantes se deben tratar porque el estrechamiento aórtico les puede generar problemas a la larga. No es una anomalía que remita o que desaparezca por sí sola.
Signos y síntomas
El primer signo de que una persona tiene un estrechamiento aórtico es una tensión arterial anormal. Durante una exploración física ordinaria, el médico puede detectar que el niño tiene la tensión arterial más alta en los brazos que en las piernas. También es posible que oiga un soplo cardíaco o que note que, cuando intenta tomarle el pulso al niño en la ingle, este es muy débil o muy difícil de palpar. A toda persona a quien se le diagnostica una hipertensión arterial, se le debe evaluar si presenta o no un estrechamiento aórtico.
A menudo, los niños con estrechamiento aórtico no presentan ningún síntoma, y la anomalía se detecta durante una revisión de control. Los niños que sí presentan síntomas, pueden tener:
- las piernas y los pies fríos
- falta de aliento, sobre todo al hacer ejercicio
- dolor en el pecho
¿Cómo se diagnostica un estrechamiento aórtico?
Los niños con signos y/o síntomas de estrechamiento aórtico se suelen remitir a cardiólogos pediátricos (unos médicos especializados en diagnosticar y tratar problemas de corazón en niños y adolescentes). El cardiólogo les escuchará el corazón, les tomará el pulso y les medirá la tensión arterial.
Es posible que solicite un ecocardiograma, una prueba que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del corazón y de su circulación, así como otras pruebas que proporcionan imágenes del corazón, como una radiografía de pecho o de tórax, una resonancia magnética (RM) o una tomografía computada (TC).
Los estrechamientos aórticos se deben tratar deprisa porque pueden provocar hipertensión persistente, así como un agrandamiento del corazón. También pueden ocasionar una rotura o disección de la aorta, que puede ser fatal. Los estrechamientos aórticos graves se suelen detectar poco después de que nazca el bebé y se suelen corregir mediante cirugía.
¿Cómo se tratan los estrechamientos aórticos?
Un estrechamiento aórtico se puede reparar mediante cirugía u otros procedimientos. Una de las formas más habituales de reparar un estrechamiento aórtico consiste en eliminar la parte más estrecha de la aorta y volver a conectar sus dos extremos.
En algunos casos, los cardiólogos siguen un procedimiento no quirúrgico conocido como dilatación con globo o angioplastia con globo. En este procedimiento, se introduce un globito en el interior de un vaso sanguíneo de la pierna y se utiliza un cable muy fino para desplazarlo hasta la arteria aorta, a lo largo del área estrechada. Cuando el médico hincha el globo, se dilata esa área. Y luego se extrae el globo. El cardiólogo puede también colocar una endoprótesis vascular (también conocida como stent) para mantener abierta el área después del procedimiento.
Cuidado en casa
Una vez corregida la anomalía, la mayoría de los síntomas del estrechamiento aórtico desaparecen de inmediato porque desparece la obstrucción que los ocasionaba. Algunas personas seguirán teniendo hipertensión arterial durante cierto tiempo y es posible que se deban medicar para controlarla.
Los niños y los adolescentes que se han operado para corregir un estrechamiento aórtico se suelen sentir completamente recuperados al cabo de una o dos semanas, y los que se han sometido a dilatación con globo se encuentran mejor incluso antes, a menudo al cabo de solo un par de días.
Pero los cardiólogos recomiendan a todos sus pacientes evitar algunas actividades físicas, sobre todo levantar objetos pesados o practicar deportes que puedan ocasionar golpes en el pecho, durante varias semanas o varios meses para que sus cuerpos tengan tiempo para recuperarse. Aquellas personas que sigan presentando hipertensión tras la operación o el procedimiento es posible que deban seguir limitando ciertas actividades hasta que les baje la tensión arterial.
Los niños a quienes se les haya corregido un estrechamiento aórtico se deberán seguir visitando con sus cardiólogos con regularidad. En algunos casos, se vuelve a producir un estrechamiento aórtico después de haberlo corregido, sea operándolo o mediante o dilatación con globo. Las visitas al cardiólogo, cada año o cada dos años, tras la recuperación permiten hacer un seguimiento de la tensión arterial y detectar posibles signos de un nuevo estrechamiento aórtico.
Si su hijo tiene un estrechamiento aórtico o se ha sometido a un procedimiento o a una operación para reparárselo, llame a su médico si presenta falta de aliento, dolor de pecho o desmayo.
Por lo general, los niños a quienes les han corregido un estrechamiento aórtico pueden esperar llevar una vida normal después del tratamiento.