Mantenerse activo ayuda a los niños con diabetes tipo 1
Usted, en calidad de padre o madre de un niño con una diabetes tipo 1, es posible que se pregunte qué nivel de ejercicio físico es adecuado para él. Algunos padres quieren saber cómo afecta el ejercicio físico a la concentración de azúcar en sangre. A otros padres les puede interesar saber cómo mantener a sus hijos activos y cómo conseguir que sigan estando motivados por el ejercicio físico.
El ejercicio físico es un hábito saludable para todos los niños, también para los que tienen una diabetes tipo 1. Aquí encontrará cómo mantener en movimiento a su hijo y cómo conseguir que siga motivado.
El ejercicio físico es bueno para la diabetes
Hay muy buenas razones para que su hijo se mantenga activo físicamente. El ejercicio físico puede:
- Ayudar a mantener la diabetes de su hijo bajo control. La actividad física hace que la insulina funcione mejor en el cuerpo. Cuando la insulina funciona mejor, las concentraciones de azúcar en sangre de su hijo tienen más probabilidades de mantenerse dentro de unos márgenes saludables.
- Aumentar la energía de su hijo. Los niños que son activos físicamente se encuentran mejor y tienen más energía. Esto puede ayudar a elevar su estado de ánimo. El ejercicio también ayuda a los niños a liberar el estrés. Aclara las ideas y mejora la concentración, lo que puede ser muy bueno en la escuela.
- Aumentar la seguridad de su hijo en sí mismo y su sentido del logro. Algunos niños pueden dudar sobre si deberían o no probar una actividad nueva. Cuando su hijo inicie una actividad nueva, asegúrese de hacerse eco de sus esfuerzos. Por ejemplo, le puede decir: “Parece que te lo estás pasando bien con la bici. ¡Se ve lo concentrado que estás!”. Cuando su hijo aprenda nuevas habilidades, percibirá sus avances y ganará seguridad en sí mismo, lo que aumentará su autoestima.
Independientemente de que su hijo saque al perro a pasear, monte en bici o nade, puede empezar a estar activo implicándose en estas actividades durante breves períodos de tiempo, que podrá ir alargando poco a poco. Con el tiempo, la meta consiste en ayudar a su hijo a estar activo durante 60 minutos al día en la mayoría de los días. Adquirir un nuevo hábito de ejercicio físico puede ser difícil al principio. Pero, cuando su hijo empiece a pasárselo bien y empiece a notar los efectos positivos del ejercicio físico, le resultará mucho más fácil cumplir con su plan de entrenamiento.
Consejos para empezar
- Encuentre una actividad con la que su hijo disfrute. Busquen actividades los dos juntos que sean adecuadas para la edad de su hijo. Es más fácil ser fiel a una actividad que sea divertida. Hay algunos niños que prefieren practicar una variedad de actividades, como saltar la cuerda, caminar y montar en bici.
- Sea un buen ejemplo para su hijo. Su manera de comportarse trasmite un claro mensaje a su hijo sobre qué es lo que más le importa. Si a usted le gusta caminar, nadar o hacer tiros libres en el parque, ¡eso es muy bueno para su hijo! Su hijo verá que usted valora el estar en forma. Y usted le estará trasmitiendo un importante mensaje que seguirá con él para toda la vida.
- Pida consejos al equipo médico que lleva la diabetes de su hijo. Es muy probable que el equipo médico que lleva la diabetes de su hijo le haya dicho que el ejercicio físico es bueno para controlar la diabetes. Diríjase a este equipo en busca de ideas y de guía. Por ejemplo, ellos le pueden informar sobre cómo otras familias hacen que el ejercicio físico forme parte de sus rutinas cotidianas. Y asegúrese de preguntar a este equipo si necesita hacer algún cambio en la dieta de su hijo, la insulina que se inyecta y su pauta de medición del azúcar en sangre.
- Acuérdese de llevar encima el kit “de paseo”. Cuando su hijo haga ejercicio o esté fuera de casa, asegúrese de que lleva encima cuanto necesita. Tenga un siempre un kit preparado para cuando estén fuera de casa, que contenga todo lo que puede necesitar su hijo. Deberá contener insulina, agua, un glucómetro (o medidor de glucosa en sangre), glucosa de acción rápida en forma de gel o de pastillas y glucagón. Su hijo también debe llevar encima tentempiés saludables, como fruta o crackers (galletas saladas), para tomárselos en caso de que tenga el azúcar bajo en sangre. Al principio, puede parecer que son muchas las cosas que tiene que recordar. Pero llevar encima estos objetos siempre que salga de casa se convertirá en una parte regular del hábito de mantenerse activo, como los son las conductas de coger la cuerda o el casco de la bici.
- Esté pendiente de la concentración de azúcar en sangre de su hijo. Usted ya sabe lo importante que es revisar la concentración de azúcar en sangre de su hijo. Cuando su hijo esté activo, necesitará hacerse mediciones del azúcar en sangre más veces: antes de hacer ejercicio, durante el ejercicio físico y después de hacer ejercicio. El ejercicio físico puede reducir el azúcar en sangre, de modo que va bien hacerse mediciones más a menudo. Y el equipo médico que lleva a su hijo es quien le indicará cuándo se deben hacer las mediciones, en qué cifras se debería fijar y qué hacer si su hijo tiene unas concentraciones de azúcar en sangre más altas o más bajas de lo habitual.
Mantenerse activo es una parte fundamental de mantener sanos a los niños con una diabetes tipo 1. Introducir el ejercicio físico en la vida de su hijo ahora lo ayudará a encontrar qué actividades físicas son aquellas con las que él disfruta más. Y usted le trasmitirá una habilidad saludable que podrá practicar durante toda la vida.