Retraso del crecimiento
¿Qué es el retraso del crecimiento?
Cuando un niño no gana el peso que debería ganar, esto se conoce como “retraso del crecimiento”.
El retraso del crecimiento no es una enfermedad ni un trastorno. Es un signo de que un niño está desnutrido. Por lo general, los niños con retrasos del crecimiento no están ingiriendo una cantidad suficiente de calorías para crecer y ganar peso de una forma saludable. Cuando un niño no puede ganar peso, tampoco suele crecer en estatura como debería.
Los niños necesitan ingerir suficientes calorías para desarrollarse bien y para aprender. Por eso, los niños con retrasos del crecimiento pueden empezar a andar y a hablar más tarde que otros niños, y pueden tener problemas de aprendizaje en la escuela.
Causas del retraso del crecimiento
Hay varias cosas diferentes que pueden causar retrasos del crecimiento, como las siguientes:
- No recibir una cantidad suficiente de calorías. A veces, un padre u otro cuidador mide incorrectamente la leche de fórmula, de modo que el bebé no recibe suficiente cantidad de calorías. Los problemas en el amamantamiento o la transición a los alimentos sólidos también pueden causar retrasos del crecimiento. Hay familias que no disponen de suficiente dinero para comprar suficientes alimentos a sus hijos. Y a veces, los padres no prestan suficiente atención a las pistas de hambre de sus hijos.
- El niño come demasiado poco. Algunos niños tienen problemas para comer lo suficiente. Esto se puede deber a un retraso del desarrollo, a ser muy quisquilloso al comer, a una afección médica que afecta a la conducta de tragar (como la parálisis cerebral o el paladar hendido), o a una afección como el autismo en la que a los niños no les gusta comer alimentos de algunas texturas y sabores.
- Problemas de salud relacionados con el sistema digestivo. Los problemas relacionados con el sistema digestivo pueden impedir que un niño gane peso. Afecciones como el reflujo gastroesofágico, la diarrea crónica, la fibrosis quística, la enfermedad hepática crónica y la enfermedad celíaca pueden hacer que a un niño le resulte más difícil absorber suficientes nutrientes y calorías para ganar peso.
- Intolerancias alimentarias. Las intolerancias alimentarias son afecciones en las que el cuerpo es sensible a determinados alimentos. Por ejemplo, la intolerancia a la proteína de la leche significa que el cuerpo no puede absorber alimentos como el yogur o el queso, y esto puede conducir a retrasos del crecimiento.
- Una enfermedad o un trastorno de larga duración. Los niños con afecciones relacionadas con el corazón, los pulmones o el sistema endocrino pueden necesitar más calorías que otros niños. Y puede ser difícil para estos niños comer lo suficiente.
- Infecciones. Las infecciones pueden hacer que el cuerpo gaste muchas calorías y pueden hace que los niños coman menos de lo habitual.
- Trastornos metabólicos. Los trastornos metabólicos son afecciones que hacen que al cuerpo le resulte difícil descomponer, procesar o extraer energía de los alimentos. Estos trastornos también pueden hacer que un niño coma poco o vomite.
A veces, los retrasos del crecimiento se deben a una combinación de varias cosas. Por ejemplo, si un bebé tiene un reflujo gastroesofágico importante y no quiere comer, los momentos de comer le pueden resultar estresantes. El bebé se puede sentir molesto o frustrado, y su cuidador puede no ser capaz de alimentarlo con una cantidad suficiente de comida.
En otros casos, los médicos no saben exactamente qué es lo que ha causado el problema.
¿Cómo se diagnostican los retrasos del crecimiento?
Muchos bebés y muchos niños atraviesan breves períodos en que no ganan tanto peso como deberían. Pero, si un niño sigue sin ganar peso o pierde peso, sus médicos tratarán de averiguar el porqué.
Harán preguntas a los padres del niño para conocer sus antecedentes médicos, lo que también incluirá saber cómo se alimenta y cómo se ha alimentado hasta ahora. Esto ayuda a los médicos a saber si la causa del problema reside en que al niño lo alimentan de una forma insuficiente, el estrés que vive en su casa o algún problema de alimentación. Un dietista, nutricionista u otro profesional de la salud también pueden llevar un registro de las calorías de la dieta del niño para asegurarse de que está ingiriendo una cantidad suficiente.
Los médicos miden el peso, la estatura y la circunferencia craneal de sus pacientes en cada visita de revisión (o chequeo) y representan los resultados en una gráfica de crecimiento. Los niños pueden tener un retraso del crecimiento si pesan menos que la mayoría de los niños de su edad o si no están ganando peso al ritmo esperado.
Los médicos pueden solicitar pruebas (como un análisis de sangre o de orina) para detectar posibles problemas médicos que pueden afectar al peso y al crecimiento de los niños.
¿Cómo se trata el retraso del crecimiento?
El tratamiento de los niños con retraso del crecimiento incluye asegurarse de que el niño recibe las calorías que necesita para crecer. El equipo médico también puede abordar cualquier otra causa de la escasa ganancia de peso que identifiquen. El equipo médico que lleva a un niño con retraso del crecimiento puede incluir a los siguientes profesionales:
- el médico de atención primaria (de cabecera o de familia)
- un dietista titulado
- un terapeuta ocupacional para ayudar en los problemas sensoriales y de coordinación
- un logopeda para los problema de succión o de deglución
- un trabajador social si la familia tiene problemas para obtener suficientes alimentos
- psicólogos y otros profesionales de la salud mental para tratar los problemas de conducta
- especialistas (como un cardiólogo, un neurólogo o un gastroenterólogo) para tratar las afecciones médicas que pueden estar afectando al peso de niño
Por lo general, los niños con retraso del crecimiento se pueden tratar en casa. También deberán acudir a visitas médicas regulares donde sus médicos irán comprobando su ganancia de peso. Los médicos suelen recomendar alimentos ricos en calorías y, para los bebés, leches de fórmula ricas en calorías.
Los médicos también suelen recomendar:
- espaciar las comidas para asegurarse de que los niños tengan hambre
- evitar las calorías “vacías”, como los jugos y las golosinas
- ofrecer alimentos con determinadas texturas, si las cuestiones sensoriales son un problema
- otras estrategias, en función de cuál sea la causa del retraso del crecimiento.
Ganar peso es algo que lleva tiempo; por lo tanto, tal vez deban pasar varios meses para que un niño recupere su peso normal.
Algunos niños con retraso del crecimiento pueden necesitar tratamiento en un hospital. Allí, los alimentarán y los supervisarán durante las 24 horas del día a lo largo de varios días (o más), hasta que suban de peso. Tras salir del hospital, se proseguirá con el tratamiento del niño desde casa.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Puede ser duro enterarse de que su hijo tiene un retraso del crecimiento. Independientemente de cuál sea su causa, hay formas de ayudar y de apoyar a su hijo. Puede:
- Seguir las recomendaciones de su médico o de su dietista.
- Llevar a su hijo a todas las visitas que le recomienden.
- Llamar al médico si su hijo desarrolla nuevos síntomas, como diarrea frecuente o vómitos.
- Informarse bien sobre cualquier afección médica que le diagnostiquen a su hijo.
- Hable con su médico o con su terapeuta si está muy estresado o frustrado sobre los problemas que tiene para alimentar a su hijo.