Pruebas de coronavirus (COVID-19): ¿Cuál es mejor?
Existen dos tipos de pruebas virales que permiten determinar si alguien está infectado con coronavirus: las pruebas moleculares (como la PCR) y las pruebas de antígenos. Dado que estas pruebas ayudan a diagnosticar infecciones, también se denominan “pruebas de diagnóstico”.
- Las pruebas moleculares son muy sensibles, lo que significa que pueden encontrar incluso cantidades muy pequeñas del virus. Pero, obtener los resultados, puede llevar tiempo.
- Las pruebas de antígenos son un poco menos sensibles y, a veces, pueden no detectar la pequeña cantidad de virus que tiene la persona al comenzar o terminar una infección por coronavirus. Sin embargo, los resultados de las pruebas pueden estar listos rápidamente, por lo cual a menudo se las llama pruebas “rápidas”.
Importante: Una prueba diferente (la prueba de anticuerpos) puede ver si alguien se infectó en el pasado o si está vacunado.
Cada situación requiere de una prueba diferente. La prueba ideal depende de lo siguiente:
- qué tan rápido se necesitan los resultados
- qué tan importante sea obtener el resultado más preciso
- qué tan fácil o conveniente sea hacerse esa prueba
Seleccionar la prueba ideal puede ser complicado. Su médico puede ayudarlo a determinar qué prueba podrían necesitar usted o su hijo.
Cuando alguien tiene síntomas de COVID-19
Ambos tipos de pruebas pueden ayudar a determinar si los síntomas se deben al COVID-19:
- Las pruebas moleculares son tan sensibles que pueden encontrar incluso una pequeña cantidad de virus en la nariz o la garganta de una persona. Estas pruebas son la mejor opción cuando alguien necesita saber con certeza si está infectado (para recibir tratamiento, por ejemplo). Pero puede llevar al menos uno o dos días obtener los resultados.
- Cuando se necesitan resultados más rápidos, una prueba de antígeno puede ser una buena opción. Por ejemplo, es posible que los padres necesiten saber de inmediato si un niño está infectado para poder aislarlo y prevenir la propagación del virus en el hogar. Una vez pasado el inicio de la infección y antes de llegar al final de ésta, las personas tienen muchos virus en la nariz y la garganta. Ese es el momento donde las personas son más contagiosas y cuando las pruebas de antígenos pueden ser tan efectivas como las pruebas moleculares. Si una prueba de antígenos no muestra una infección, el médico puede optar por confirmar el resultado negativo con una prueba molecular.
Cuando alguien no presenta síntomas después de exponerse al COVID-19
Ambos tipos de pruebas pueden ayudar a determinar si alguien tiene el virus después de haber estado expuesto a una persona infectada:
- Debido a que las pruebas moleculares son más sensibles, pueden detectar infecciones incluso cuando hay muy poco virus en la nariz o la garganta. Por lo tanto, esta prueba es ideal para las personas que no presentan síntomas, ya que estas personas tienden a tener menos virus en la nariz y la garganta que las personas que se sienten enfermas.
- Si se necesita obtener un resultado rápidamente, una prueba de antígenos también es útil. Si la prueba no muestra que haya una infección en el primer intento, hacer la prueba nuevamente uno o dos días más tarde podría detectar la infección ya que los niveles del virus aumentan a medida que pasa el tiempo. Las personas vacunadas deben hacerse la prueba de 5 a 7 días después de haberse expuesto al virus. Las personas que no están vacunadas deben hacerse la prueba en cuanto sepan que se han expuesto al virus y repetirla entre 5 y 7 días después de la exposición.
Cuando las escuelas y los lugares de trabajo hacen pruebas de forma rutinaria
Examinar a las personas sin síntomas y que no han estado expuestas a una infección se denomina “detección“. Esto se hace a menudo en las escuelas o lugares de trabajo y es uno de los métodos importantes para frenar la propagación del virus. Ambos tipos de pruebas (pruebas moleculares y pruebas de antígenos) se pueden utilizar para llevar a cabo una detección, pero las pruebas que arrojan resultados rápidamente son las más prácticas. Por lo tanto, cuando las escuelas y los lugares de trabajo quieren realizan pruebas, generalmente hacen las de antígenos. Son rápidas, fáciles de usar y menos costosas. Son menos sensibles que las pruebas moleculares, por lo que a menudo es necesario repetirlas (por ejemplo, de 2 a 3 veces por semana).
La decisión sobre si una escuela o lugar de trabajo debe realizar pruebas dependerá de la cantidad de infecciones por COVID-19 en la comunidad. Algunas escuelas pueden optar por evaluar a ciertos grupos que corren un mayor riesgo de infectarse, como atletas, miembros de bandas o coros, o grupos de teatro. O pueden optar por hacer pruebas antes de grandes eventos como un baile de graduación, o después de que los estudiantes regresen de los recesos escolares.
Cuando la gente se prepara para hacer reuniones
Las fiestas y otras reuniones a menudo involucran a personas de diferentes hogares que se reúnen en un espacio interior y se quitan las máscaras para comer y beber. Hacerse una prueba rápida justo antes de la fiestas o reuniones puede ayudar a mantener a todos a salvo y sanos. Si todos los invitados se hacen una prueba de antígenos, y dan negativo, antes del evento, las posibilidades de que alguien esté infectado y propague el virus del coronavirus son muy bajas. La decisión sobre si realizar pruebas puede depender de la cantidad de infecciones por COVID-19 en la comunidad y de si habrá personas presentes que puedan correr un mayor riesgo de enfermarse gravemente con COVID-19 (como bebés pequeños, ancianos o personas con ciertas afecciones de salud o con sistemas inmunitarios débiles).