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Coronavirus (COVID-19): Los niños y sus cuidados médicos durante la pandemia

Es posible que algunos niños hayan cancelado o pospuesto las consultas con el médico como consecuencia de la pandemia del coronavirus (COVID-19).

Es muy importante que los niños vean a sus médicos a medida que lo necesitan tanto para hacerse revisiones de control como para recibir otros cuidados. Aquí encontrará lo que deben saber los padres sobre las visitas médicas durante esta pandemia.

¿Deben seguir haciéndose revisiones los niños que están sanos?

Es importante que un médico haga el seguimiento del crecimiento, el desarrollo y el bienestar de los niños. Esto es especialmente cierto para los recién nacidos y para los niños con problemas de salud complejos. Detectar problemas de salud en las revisiones permite que los médicos recomienden cuidados para evitar que empeoren. No ver a un médico hasta que los síntomas sean más graves puede afectar a la salud de un niño a largo plazo.

Averigüe cómo el profesional de la salud que atiende a su hijo está haciendo las revisiones de control que lleva a cabo periódicamente. Algunos profesionales de la salud hacen visitas virtuales a través de telesalud o de llamadas telefónicas. Otros están ofreciendo visitas en persona durante momentos especiales en que solo están presentes niños sanos.

¿Se deben seguir vacunando los niños?

Los niños se tienen que poner sus vacunas de acuerdo con el calendario vacunal. Saltarse las vacunas los expondría a contraer las enfermedades que permiten prevenir las vacunas, como la poliomielitis,  el sarampión y la tos ferina. Estas enfermedades han vuelto a aparecer, posiblemente porque algunos niños no se han puesto las vacunas cuando les tocaba. A medida que las escuelas y las comunidades abren sus puertas nuevamente, los niños se ven expuestos a gérmenes al estar en público. Aquellos que no se hayan vacunado tienen más probabilidades de contraer las infecciones que se previenen con las vacunas. Y los niños que contraigan esas infecciones lo pasarán peor si también contraen una infección por COVID-19.

Todas las personas de 6 meses de edad y mayores deben ponerse la vacuna antigripal cada año. Es importante proteger siempre a su familia de la gripe. Todos los niños de 6 meses o mayores deben recibir la vacuna contra el COVID-19 y las vacunas de refuerzo.  Todas las personas que son elegibles deben recibir la vacuna contra el COVID-19 y la vacuna de refuerzo lo antes posible.

¿Qué debo hacer si mi hijo se pone enfermo?

Los niños seguirán teniendo dolores abdominales, infecciones de oído, ansiedad y otros problemas de salud. Los médicos pueden ayudar a que los niños se sientan mejor. Llame a la consulta de su médico y pregunte cómo debe actuar. Allí le dirán si su hijo necesita hacer una visita presencial, o si la telesalud es una opción. También le pueden indicar qué debe hacer si su hijo necesita recibir cuidados inmediatos que ellos no pueden administrar.

¿Y si tenemos una emergencia?

Llame al 911 de inmediato si su hijo tiene una emergencia médica. Entre los signos de una emergencia médica, se incluyen que un niño se ponga azul, que deje de respirar, que cueste mucho despertarlo, o que pierda la conciencia.

Si no, siempre es una buena idea llamar a la consulta del médico de su hijo para pedir consejo o instrucciones. Le pueden ofrecer ayuda por teléfono o guiarlo para que se dirijan a un centro de urgencias de su localidad o al servicio de urgencias de un hospital. 

¿Cómo se protege a los pacientes y sus familias en las instalaciones sanitarias?

Desde el comienzo de la pandemia, las clínicas, los consultorios médicos y los hospitales han aprendido mucho sobre cómo mantener a los pacientes seguros. Los profesionales de la salud usan mascarillas y otros equipos de protección y están vacunados contra el COVID-19 para protegerse y proteger a los pacientes que atienden.

Para prevenir el contagio del virus y garantizar un entorno seguro para usted y su hijo:

  • Se hacen limpiezas regulares y a fondo de las consultas, incluyendo los muebles y el equipo médico.
  • Se limita la cantidad de personas presentes en las salas de espera. Por ejemplo, pueden hacer que los pacientes esperen dentro de su coche hasta que la sala de espera esté lista.
  • Se hace un control de las personas que entran en el edificio, preguntando por sus síntomas o tomándoles la temperatura.
  • Se obliga a usar mascarilla a todo el personal y a las visitas, a partir de los 2 dos años de edad.
  • Se planifican las visitas para las personas que están sanas y para las que están enfermas para distintos momentos del día. Por ejemplo, se puede atender a las personas sanas por la mañana y a las que están enfermas por la tarde. Esto permite que los niños sanos vayan por la mañana después de que se haya hecho una limpieza a fondo de toda la consulta.
  • Se separa físicamente a los pacientes. Se puede ver a los pacientes enfermos en una sala diferente o, incluso, en un edificio diferente al de los pacientes que solo se vayan a hacer una revisión de control.