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Escarlatina

¿Qué es la escarlatina?  

La escarlatina es una enfermedad que puede ocurrir en niños, generalmente de entre 5 y 15 años de edad, que también tienen una faringitis estreptocócica u otro tipo de infección por estreptococos. Las bacterias del género estreptococo fabrican una toxina que causa una erupción de color rojo intenso y con relieve. 

La erupción se extiende por la mayor parte del cuerpo y es lo que da a su nombre a esta enfermedad (el color escarlata). Suele tener el aspecto de una mala quemadura solar con bultos pequeños, ásperos y rugosos al tacto, como si fueran de papel de lija, y que pueden picar. Suele empezar a remitir al cabo de una semana. La piel que haya sido cubierta por la erupción, así como las manos y los pies, se pueden pelar durante varias semanas. 

Si su hijo tiene una erupción como esta, es importante que llame a su médico. Los niños con escarlatina se deben tratar con antibióticos. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la escarlatina?

Su erupción característica es el síntoma principal de la escarlatina. Se suele iniciar en el cuello, la cara o el pecho y luego se extiende hacia el tronco, los brazos y las piernas. La cara se pone completamente roja, con un área más clara alrededor de la boca. En los pliegues de la piel, sobre todo alrededor de las axilas, los codos y las inglés, la erupción es de un rojo todavía más vivo y forma una especie de franjas o vetas.

Otros síntomas de la escarlatina son los siguientes:

  • garganta roja sumada a dolor de garganta
  • fiebre
  • inflamación de los ganglios linfáticos del cuello

Así mismo, las amígdalas y la parte posterior de la garganta pueden estar cubiertas por una capa blanquecina, o estar rojas, inflamadas y cubiertas por puntos blanquecinos o amarillentos de pus. Al comienzo de la infección, la lengua puede estar cubierta por una capa blanquecina o amarillenta. Luego, esa capa desaparece y la lengua se pone roja y se llena de bultos, lo que recibe el nombre de “lengua de fresa.”  Un niño con escarlatina también puede tener escalofríos, dolores por todo el cuerpo, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. 

En contadas ocasiones, la escarlatina se puede desarrollar a partir de una infección estreptocócica de la piel, como el impétigo, o a partir de un corte infectado. En estos casos, es posible que el niño no tenga dolor de garganta.

¿Cómo se diagnostica la escarlatina? 

Para confirmar que un niño tiene la escarlatina, los médicos suelen pedir una prueba rápida para detectar los estreptococos o un cultivo de exudado faríngeo (un frotado indoloro de la garganta) para detectar este tipo de bacterias. 

¿Cómo se trata la escarlatina? 

Si se confirma una infección por estreptococos, el médico recetará un antibiótico que el niño tendrá que tomar durante unos 10 días. Generalmente, esto bastará para curar la infección. Pero las amígdalas y los ganglios linfáticos inflamados tardarán unas pocas semanas en volver a la normalidad, y la piel tardará el mismo tiempo aproximadamente en dejar de pelarse.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

A un niño con una inflamación dolorosa de la garganta por estreptococos, le puede doler al comer, de modo que lo mejor es que le preparen comida blanda o que lleve una dieta líquida. Incluya infusiones suaves, así como sopas tibias y nutritivas, bebidas frescas, polos, batidos o granizados. Ayude a su hijo a beber abundante cantidad de líquidos. Le puede dar medicamentos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, para la fiebre y el dolor de garganta. 

Si la erupción le produce picazón, asegúrese de que su hijo tenga las uñas cortas para que no se haga daño al rascarse. Pruebe a comprarle medicamentos contra el picor de venta sin receta médica. 

¿Se puede prevenir la escarlatina?

Las infecciones bacterianas que causan la escarlatina son contagiosas. Los niños con escarlatina pueden transmitir la bacteria a otras personas al toser o al estornudar. Una infección cutánea causada por bacterias del género estreptococo, como el impétigo, se puede contagiar a los demás a través del contacto con la piel. 

Cuando un niño está enfermo en su casa, siempre es más seguro mantener su cepillo de dientes, su vaso y otros utensilios para comer separados de los del resto de la familia, y lavar bien estos objetos con agua caliente y jabón. Cuando cuide de un niño con una infección por estreptococo, lávese las manos a fondo y con frecuencia. 

¿Cuándo debería llamar al médico?

Llame al médico de su hijo siempre que este último desarrolle una erupción de forma repentina, sobre todo si su hijo también tiene fiebre, dolor de garganta o ganglios linfáticos inflamados. Esto es muy importante si su hijo presenta cualquiera de los síntomas de la faringitis estreptocócica o si alguien de su familia o de la guardería o escuela de su hijo ha tenido hace poco una infección por estreptococos.