Fiebre del dengue
¿Qué es la fiebre del dengue?
La fiebre del dengue es una enfermedad tropical provocada por un virus que transmiten los mosquitos. El virus puede causar fiebre, dolores de cabeza, sarpullidos y dolor por todo el cuerpo. La mayoría de los casos de fiebre del dengue son leves y desaparecen por sí solos en aproximadamente una semana.
La fiebre del dengue afecta raramente a los Estados Unidos; su último brote fue en Texas en el año 2005. Pero, si tiene pensado viajar al extranjero, sobre todo a países del trópico, es sensato protegerse contra la fiebre del dengue. Ponerse repelentes contra insectos, cubrir con redes las áreas donde se duerme y evitar estar al aire libre al atardecer y al amanecer (cuando los mosquitos están más activos) puede ayudar a reducir las probabilidades de contraer esta infección.
¿Cuál es la causa de la fiebre del dengue?
La fiebre del dengue la pueden causar cuatro virus similares que se contraen a través de picaduras de mosquitos del género Aedes, frecuentes en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo.
Cuando un mosquito del género Aedes pica a una persona infectada por el virus del dengue, el mosquito se convierte en portador de ese virus. Si el mosquito pica a otra persona, esta puede contraer la fiebre del dengue. El virus no se puede contagiar directamente de una persona a otra.
En casos excepcionales, la fiebre del dengue se puede transformar en una forma más grave de la enfermedad, llamada fiebre hemorrágica del dengue. Esta afección puede ser de riesgo vital y requiere un tratamiento médico inmediato.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la fiebre del dengue?
Los síntomas de la fiebre del dengue suelen ser leves en los niños pequeños y en quienes padecen la enfermedad por primera vez. Los niños mayores, los adultos y quienes ya hayan padecido la infección previamente pueden tener síntomas de moderados a graves.
Los signos y los síntomas más frecuentes de la fiebre del dengue incluyen los siguientes:
- fiebre alta, posiblemente de hasta 105°F (40°C)
- dolor detrás de los ojos y en las articulaciones, los músculos y/o los huesos
- fuerte dolor de cabeza
- sarpullido en la mayor parte del cuerpo
- sangrado leve en la nariz o las encías
- fácil formación de moretones
En el pasado, la fiebre del dengue recibía el nombre de “fiebre rompehuesos” o “fiebre quebrantahuesos”, lo que se puede deber al síntoma de fuerte dolor reumático (en huesos y músculos) que puede provocar. En realidad, la fiebre no rompe ningún hueso, pero en algunos casos puede producir esa sensación al paciente.
¿Cuánto dura la fiebre del dengue?
Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento entre 4 días y dos semanas después de la picadura de un mosquito portador del virus del dengue, y suelen durar de 2 a 7 días.
Después de que la fiebre mejora, los demás síntomas pueden empeorar y es posible haya hemorragias más graves; problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos o fuerte dolor abdominal (de vientre); así como problemas respiratorios, como dificultades para respirar. Si la fiebre hemorrágica del dengue no se trata, puede haber deshidratación, hemorragias importantes y caída brusca de la tensión arterial (choque). Estos síntomas son de riesgo vital y requieren atención médica inmediata.
Una persona que padece la enfermedad del dengue se vuelve inmune al virus en particular con que se haya infectado, pero se podrá volver a infectar con cualquiera de los otros tres virus del dengue.
¿Cómo se diagnostica la fiebre del dengue?
Si cree que su hijo podría tener la fiebre del dengue, llame a su médico de inmediato. También debería hablar con él si su hijo ha estado recientemente en una región donde abunda la fiebre del dengue y tiene fiebre o un fuerte dolor de cabeza.
Para hacer un diagnóstico, el médico revisará a su hijo y evaluará sus síntomas. El médico le hará preguntas sobre los antecedentes médicos de su hijo y sobre sus viajes recientes, y enviará una muestra de su sangre a un laboratorio para que la analicen.
¿Cómo se trata la fiebre del dengue?
No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue. Los casos leves se pueden tratar administrando una gran cantidad de líquidos para prevenir la deshidratación y con mucho reposo. Los analgésicos que contengan paracetamol, pueden aliviar el dolor de cabeza y otros dolores asociados a la fiebre del dengue. Se deben evitar los analgésicos que contengan ácido acetilsalicílico (como la aspirina) o ibuprofeno, ya que pueden favorecer las hemorragias.
La mayoría de los casos de fiebre del dengue desaparecen en el transcurso de una o dos semanas y no causan problemas a largo plazo. Si una persona presenta síntomas graves de esta enfermedad o si sus síntomas empeoran el primer o segundo día tras la desaparición de la fiebre, busque atención médica de inmediato. Podría ser una indicación de fiebre hemorrágica del dengue, que es una emergencia médica.
Para tratar los casos graves de fiebre del dengue en un hospital, los médicos administran líquidos y electrolitos (sales) por vía intravenosa (VI) para reponer los líquidos perdidos a través de los vómitos y la diarrea. Cuando este tipo de tratamiento se inicia en las etapas iniciales de la enfermedad, suele ser eficaz. En los casos más avanzados, es posible que los médicos tengan que hacer una transfusión de sangre.
En todos los casos de infección por dengue, se debe hacer todo lo posible para impedir que a la persona infectada le piquen los mosquitos. Esto ayudará a prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas.
¿Se puede prevenir la fiebre del dengue?
No existe ninguna vacuna para prevenir la fiebre del dengue. La mejor protección consiste en prevenir las picaduras de mosquitos que sean portadores del virus. Por lo tanto, asegúrese de:
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y reparar enseguida los mosquiteros rotos o dañados. Mantener cerradas las puertas y las ventanas que no estén cubiertas por mosquiteros.
- Hacer que su hijo lleve camisas de manga larga, pantalones largos, zapatos y calcetines cuando esté al aire libre, y que utilice una red sobre la cama por la noche para impedir la entrada de los mosquitos.
- Usar repelente de insectos siguiendo las indicaciones de aplicación del producto en los niños. Escoger un repelente de insectos que contenga DEET o aceite de eucalipto de limón.
- Limitar la cantidad de tiempo que su hijo pasa al aire libre durante el día, sobre todo a las horas del amanecer y del atardecer, cuando los mosquitos están más activos.
- No proporcionar a los mosquitos lugares donde se puedan reproducir. Los mosquitos ponen sus huevos en el agua; por lo tanto, deshágase del agua estancada en objetos como recipientes y neumáticos viejos, y asegúrese de cambiar el agua de los floreros y de los bebederos de aves, perros u otros animales domésticos por lo menos una vez a la semana.
Adoptando estas precauciones y manteniendo a su hijo alejado de las zonas donde hay epidemias de fiebre del dengue, el riesgo de contraer la fiebre del dengue es reducido para quienes viajan al extranjero.