La revisión de su hijo cuando tenga 2 años (24 meses)
¿Qué puede esperar durante esta visita?
Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería que atienden a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso, la estatura y el perímetro cefálico de su hijo representen estas medidas en las curvas de crecimiento. El pediatra también calculará y representará el índice de masa corporal (IMC) de su hijo.
2. Administren a su hijo una prueba de detección que ayuda a identificar de forma precoz el autismo.
3. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:
Comida. No se sorprenda si su hijo se saltea alguna comida principal de forma ocasional o si le encanta un alimento en concreto un día y no lo soporta al día siguiente. Programe tres comidas principales y dos o tres tentempiés nutritivos al día. Usted es quien controla el menú, pero deje que sea su hijo quien decida cuánto quiere comer.
Orina y deposiciones. La mayoría de los niños están preparados para aprender a utilizar el inodoro cuando tienen entre 2 y 3 años. Es posible que usted haya detectado conductas que indican que su hijo ya está preparado, como las siguientes:
- mostrar interés por el váter (como observar cómo usan el váter sus padres o hermanos, sentarse en el inodoro, etc.)
- tener secos los pañales durante periodos más largos
- subirse y bajarse los pantalones con ayuda
- relacionar la sensación de orinar o de hacer de vientre con ir al baño
- comunicar que sus pañales están mojados o sucios
Sueño. Por lo general, los niños de 2 años necesitan dormir aproximadamente de 11 a 14 horas al día, incluyendo una siesta.
Desarrollo. Alrededor de los 2 años, es habitual que muchos niños:
- digan más de 50 palabras
- digan dos palabras juntas para formar una frase (“Como manzana”)
- se hagan entender por lo menos la mitad del tiempo
- sigan instrucciones de dos pasos (recoge la pelota y tráela)
- corran bien
- pateen una pelota
- bajen escaleras
- tracen líneas y garabatos circulares
- jueguen junto a otros niños
4. Hagan una exploración física a su hijo desvestido mientras usted está presente. Esta incluirá explorar los ojos del niño, examinarle los dientes, auscultarle el corazón y los pulmones y prestar atención a los movimientos, el uso del lenguaje y el comportamiento del niño.
5. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen a los niños de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que es fundamental que su hijo las reciba a tiempo. Los programas de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos; por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto.
6. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe el riesgo de su hijo a la exposición al plomo, la anemia, el colesterol elevado y/o la tuberculosis y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas pertinentes.
De cara al futuro
He aquí algunas de las cosas que deberá tener en cuenta hasta la próxima revisión, que se llevará a cabo cuando su hijo tenga 30 meses:
Alimentación
- Las “manías” por consumir un solo tipo de alimento son habituales durante la primera infancia. Aunque su hijo se empeñe en comer solo determinado alimento, siga ofreciéndole una variedad de alimentos entre los que elegir.
- Deje que su hijo decida qué comer y cuándo está lleno. Sírvale tentempiés saludables y evite las bebidas azucaradas.
- Cambie a la leche semidescremada o descremada y a otros productos lácteos descremados o semidescremados. Puede servir sustitutos de la leche fortificados, como leche de almendra o soja.
- Limite su consumo de jugos a no más de 120 ml (4 onzas) al día.
Aprendizaje
- Los niños aprenden mejor interactuando con sus padres, otros cuidadores y su entorno. Limite el tiempo que pasa su hijo delante de la televisión o de cualquier otro tipo de pantalla, incluyendo las computadoras y los teléfonos inteligentes, a no más de una a dos horas al día de programas infantiles de calidad.
- Tenga un área de juegos segura y permita abundante tiempo a su hijo para la exploración y el juego activo.
- Léale a su hijo cada día.
Cuidados cotidianos y seguridad
- Su hijo ya puede empezar a cepillarse los dientes con su ayuda. Puede cepillarse dos veces por día usando un cepillo de dientes blando con una cantidad reducida de pasta de dientes que contenga flúor (no más cantidad que el tamaño de un guisante). Repase las áreas que parezca haberse olvidado. Si todavía no lo ha llevado al dentista, programe su primera visita.
- Esté pendiente de aquellas conductas que indican que su hijo está preparado para empezar a aprender a utilizar el inodoro. Si no muestra ningún interés, es correcto esperar unos pocos meses antes de volverlo a intentar. Un niño que utiliza el orinal y que controla bien la orina durante el día, puede seguir necesitando los pañales por las noches.
- Asegúrese de establecer unas normas razonables y coherentes. Refuerce las conductas positivas.
- Las rabietas son habituales a esta edad y tienden a empeorar cuando los niños están cansados o hambrientos. Intente evitarlas antes de que ocurran, distrayendo a su hijo o alejándolo de situaciones frustrantes.
- No le pegue a su hijo. Los niños no establecen ninguna conexión entre el hecho de recibir una bofetada y el comportamiento que se intenta corregir. Si es necesario, utilice una breve “pausa obligada” (o “técnica del tiempo fuera”) para disciplinar a su hijo.
- Cuando viajen en coche, siente a su hijo en una silla de seguridad orientada en el sentido contrario a la marcha (hacia atrás) hasta que alcance los límites de peso o estatura establecidos por el fabricante de la silla. Antes, se recomendaba cambiar de posición a los niños a los 2 años de edad. Pero ahora, los expertos en seguridad dicen que la orientación debe basarse en el tamaño del niño, no en la edad. De esta manera, los niños pequeños pueden permanecer mirando hacia atrás hasta los 3 o 4 años.
- Observe a su hijo atentamente cuando juegue en el exterior y en parques o instalaciones recreativas. Asegúrese de que su hijo lleva siempre puesto un casco cuando monte en triciclo o se siente en la bicicleta que lleva un adulto.
- Proteja a su hijo de las heridas por arma de fuego evitando guardar este tipo de armas en su casa. Si tiene un arma de fuego, guárdela descargada y bajo llave. Las municiones deberían guardarse en un lugar distinto. Asegúrese de que los niños no pueden acceder a las llaves.
- Hable con su médico si le preocupa su situación vital. ¿Dispone de todo lo que necesita para cuidar de su bebé? ¿Dispone de suficiente comida, de un lugar seguro donde vivir y de seguro médico? Su médico le puede informar sobre recursos de la comunidad o derivar su caso a un trabajador social.
Estas listas de recomendaciónes son congruentes con las guías de la Academia Americana de Pediatría (AAP) (Directrices Futuros Brillantes o “Bright Futures Guidelines” en inglés).