La vista de su hijo
Unos ojos y una vista saludables desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de un niño. Someterse a revisiones oculares regulares ayuda a mantener los ojos sanos y a detectar cualquier problema en la vista. Muchos problemas en la vista y muchas enfermedades oculares se pueden tratar, sobre todo cuando se detectan pronto en la vida de un niño.
Controles regulares de la vista
A los niños les hacen su primer control ocular (de los ojos y la vista) en el hospital cuando son recién nacidos. En el futuro, un médico o enfermero les controlará los ojos en cada visita de revisión. En la escuela, la enfermería del centro también llevará a cabo este tipo de exploración o control.
Dependiendo de la edad y de los antecedentes médicos familiares, los controles oculares pueden variar. Estos controles pueden incluir:
- cribado visual, para evaluar el estado de salud general de los ojos del niño
- prueba de agudeza visual, para averiguar la claridad con que ve los objetos
- alineación ocular, para saber lo bien que funcionan ambos ojos a la vez
Si el pediatra o el médico de familia detecta un problema que debe ser tratado por un médico especializado en los ojos, le recomendará consultar a un oftalmólogo (oculista) o a un optometrista.
Gafas y lentes de contacto
Hay muchos niños y muchos adolescentes que tienen miopía, hipermetropía o astigmatismo. Estos problemas se suelen poder corregir con gafas graduadas o lentes de contacto. Los niños y los adolescentes que usan gafas o lentes de contacto deben visitar a un médico especializado en la vista para que les haga una revisión anual.
Si su hijo necesita llevar gafas, tenga en cuenta estos consejos:
- Deje que escoja sus propias monturas.
- Las monturas de plástico son las mejores para niños menores de dos años de edad.
- Una cinta o cordel elástico puede ayudar a mantener las gafas en su lugar en los niños pequeños más activos.
- Las montura metálicas provistas de bisagras son adecuadas para los niños mayores.
- Las lentes de policarbonato son recomendables para todos los niños porque son duras, a prueba de golpes y ligeras.
Las lentes de contacto pueden ser una buena opción para algunos niños mayores y para los adolescentes, como los que hacen deporte o los que se sienten incómodos llevando gafas. Para llevar lentes de contacto con seguridad, los niños deben saber:
- cuándo las pueden llevar y cuándo no las deben llevar
- cómo ponérselas y cómo quitárselas correctamente
- cómo limpiarlas siguiendo las indicaciones de su médico
¿Cuándo debería llamar al médico?
Muchos de los problemas en la vista que se detectan pronto se pueden corregir. Llame al pediatra de su hijo o al médico de familia si percibe cualquiera de los siguientes síntomas en los ojos de su hijo:
- suelen estar rojos
- tienen un aspecto diferente al habitual
- lagrimean más que de costumbre
- no están alineados o no se mueven a la vez
- bizquera (a partir de los 6 meses)
- pupilas (o centros de los ojos) de tamaños diferentes, de un color extraño o que hayan cambiado de color
Llámelo también si su hijo:
- se queja de molestias oculares
- se frota mucho los ojos
- es muy sensible a la luz (fotofobia)
- tiene dificultades para enfocar o para seguir objetos con los ojos / la vista
En lo que respecta a los niños en edad escolar, entre los signos de que tengan problemas en la vista, se incluyen los siguientes:
- no ser capaz de ver objetos distantes
- problemas para leer la pizarra en clase
- entrecerrar los ojos
- dificultades para leer
- sentarse demasiado cerca del televisor
- dolores de cabeza