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Quistes ganglionares

¿Qué son los quistes ganglionares?

Los quistes ganglionares son unos bultos que, mayoritariamente, se desarrollan en la cara posterior de la muñeca. Se forma un saco lleno de líquido debajo de la piel.

Aunque, médicamente, se conocen como tumores de tejido blando, los quistes ganglionares no son cancerosos y son fáciles de tratar.

 

¿Cuál es su causa?

Los médicos no saben exactamente cuál es la causa de los quistes ganglionares.

¿Quiénes los desarrollan?

Los quistes ganglionares son más frecuentes en personas de entre 15 y 40 años de edad, sobre todo del género femenino. Pero los puede desarrollar gente de cualquier edad.

Algunos quistes ganglionares están relacionados con la artritis.

¿Cómo se desarrollan los quistes ganglionares?

Las partes móviles tienen líquidos lubricantes; en un coche, por ejemplo, el motor dispone de aceite lubricante. En el cuerpo, las articulaciones y las vainas tendinosas (que rodean a los tendones) fabrican líquido sinovial (un denso líquido lubricante). Se supone que este líquido permanece en la articulación o dentro de la vaina tendinosa.

Los quistes ganglionares se forman cuando la articulación o la vaina tendinosa tienen escapes. Se desarrolla una fina pared alrededor del escape y se forma un quiste debajo de la piel.

Si pudieras ver el quiste ganglionar bajo la piel, se parecería a un “globo de agua” (el quiste) unido a un “grifo” (la articulación a el tendón).

¿Cuáles son los signos de un quiste ganglionar?

El bulto característico es el principal signo de un quiste ganglionar. La mayoría son redondos u ovalados. Pueden cambiar de tamaño, creciendo o reduciéndose en función de la cantidad de líquido que se siga escapando o que se absorba. La mayoría de los quistes ganglionares no duelen. En algunas ocasiones, el quiste puede causar un dolor sordo al apretarlo. Por ejemplo, un quiste en la parte superior de la muñeca puede doler cuando la persona hace flexiones.

Aunque la mayoría de los quistes ganglionares se desarrollan en la cara posterior de la mano o de la muñeca, a veces se forman en la cara anterior (o palmar) de la muñeca, la base de los dedos o la parte superior de los pies.

¿Cómo se diagnostican?

Por lo general, los médicos pueden diagnosticar un quiste ganglionar basándose en dónde sale, qué aspecto tiene y cómo se nota al tacto. Los quistes pueden ser blandos o duros.

Los quistes ganglionares suelen dejar pasar la luz a través de ellos cuando se iluminan en la consulta del médico utilizando una luz de tamaño reducido. También se ven fácilmente mediante ecografías.

¿Cómo se tratan?

Muchos quistes ganglionares desaparecen sin tratamiento médico. Los médicos suelen optar por “observar y esperar” para saber si el quiste desaparece solo o no empeora, sobre todo cuando no duele. Hasta el 90% de los quistes ganglionares que desarrollan los niños pequeños desaparecen por sí solos en menos de un año.

Si los movimientos repetitivos hacen que el quiste aumente de tamaño o duela más, es posible que el médico recomiende al paciente descansar y ponerse una férula o una abrazadera ortopédica. Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor y el malestar.

Nota: es posible que hayas oídos hablar de “quistes bíblicos” (Bible cysts) o de “bultos bíblicos” (Bible bumps) si vives en un lugar donde se habla inglés. Esto se debe a que un remedio doméstico que antes se utilizaba a menudo era golpear el quiste con una Biblia u otro libro pesado para que se rompiera o reventara. Los médicos no recomiendan este tratamiento, pero un quiste se puede reventar si el niño se cae sobre él. Si ocurriera esto, quedaría un área roja, hinchada y dolorida durante unos pocos días. Como con un globo de agua roto, el quiste no volvería a salir.

Aspiración

Si un quiste resulta que crea problemas porque molesta, duele, o dura mucho tiempo, un médico lo puede “aspirar” (o drenar) utilizando una aguja larga. Es un procedimiento rápido y eficaz que se aplica en la consulta del médico.

  • Se duerme el área de alrededor del quiste ganglionar.
  • Se pincha el quiste con una aguja y se aspira el líquido que contiene.

Pero, tras la aspiración, el quiste ganglionar puede volver a parecer. Esto se debe a que la aspiración elimina el líquido del quiste. Pero no elimina el quiste ni su unión con la fuente de donde procede el líquido. (Se limita a extraer el líquido del “globo de agua”, pero el globo seguirá conectado al “grifo” que suministra el líquido.)

Extirpación

En algunos casos, el médico puede recomendar una operación menor para extraer el quiste ganglionar entero. La operación, llamada extirpación ganglionar, extrae el quiste junto con su tallo. Se trata de una operación de tipo ambulatorio (que no requiere ingresar en el hospital) y que se suele hacer bajo anestesia general.

Cuidado en casa después de la extirpación

Si a un niño le extirpan un quiste ganglionar, después le cubrirán el área con una gasa o vendaje y generalmente también con una férula o escayola.

La zona operada puede estar dolorida e hinchada. Mantener la mano (o la zona operada) elevada por encima de la altura del corazón durante unos pocos días puede ayudar a reducir la inflamación. Para aliviar el dolor, pregunte al profesional de la salud que atiende a su hijo sobre la posibilidad de darle ibuprofeno o paracetamol. Una bolsa de hielo envuelta en una toalla también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Mantenga secos el vendaje y la férula, protegiéndolos con una bolsa impermeable cuando su hijo se duche o se bañe.

En la visita de control, es posible que el profesional de la salud que lleva a su hijo le recomiende fisioterapia o terapia ocupacional para favorecer su recuperación. La mayoría de los niños pueden volver a la vida normal de dos a cuatro semanas después de la operación.