Secuestro esplénico
¿Qué es el secuestro esplénico?
El secuestro esplénico ocurre cuando demasiadas células sanguíneas quedan atrapadas en el bazo. Se trata de un tipo de emergencia que puede ocurrir en personas, generalmente niños, con enfermedad de las células falciformes.
La hemoglobina es la proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y transporta oxígeno. En la enfermedad de células falciformes, la hemoglobina produce glóbulos rojos puntiagudos, rígidos y pegajosos. Estos glóbulos pueden quedar trabados en los vasos sanguíneos del bazo y obstruir el flujo. A medida que se acumula sangre, el bazo se agranda y esto causa dolor. Esta acumulación también significa que hay muy pocos glóbulos rojos cargados de oxígeno circulando por la sangre (anemia).
¿Cuáles son los signos y los síntomas del secuestro esplénico?
Los síntomas del secuestro esplénico se deben al agrandamiento y la inflamación del bazo por la acumulación de sangre y a la anemia grave. Los niños con secuestro esplénico pueden presentar lo siguiente:
- más dolor del lado izquierdo
- fuerte dolor o hinchazón abdominal (del vientre)
- bazo más grande o firme, o sensible al tacto
- agotamiento (cansancio extremo)
- mareos
- frecuencia cardíaca acelerada
- piel pálida
- dolor de cabeza
Si su hijo tiene la enfermedad de células falciformes y alguno de estos síntomas, comuníquese inmediatamente con su hematólogo o con el 911. Si se comunica con el 911, informe al personal de emergencia que su hijo tiene la enfermedad de células falciformes.
¿Cuáles son las causas del secuestro esplénico?
El bazo es un órgano del tamaño de un puño y está ubicado en la parte izquierda superior del vientre. Este órgano cumple las siguientes funciones:
- filtra los gérmenes presentes en la sangre
- filtra las células viejas y dañadas de la sangre
- produce los glóbulos blancos, que ayudan al cuerpo a combatir los gérmenes
Los vasos sanguíneos del bazo tienen partes muy angostas en las que las células sanguíneas falciformes pueden quedar atrapadas. Cuando ocurre esto, se bloquea el flujo de sangre en esa zona. Si la zona bloqueada es pequeña, es posible que se dañe parte del bazo y se formen cicatrices. Si el bloqueo se extiende, el bazo puede atrapar muchas células sanguíneas y provocar un secuestro esplénico.
¿Cómo se diagnostica el secuestro esplénico?
Los médicos suelen diagnosticar el secuestro esplénico haciendo preguntas sobre los síntomas del niño, haciendo una exploración física para determinar el tamaño del bazo y con un análisis de sangre para controlar el nivel de hemoglobina y otros valores del recuento sanguíneo. En general, no es necesario hacer otras pruebas. Pero, a veces, los médicos ordenan una ecografía del bazo si no les resulta fácil palparlo.
¿Cómo se trata el secuestro esplénico?
Los niños con secuestro esplénico reciben líquidos a través de una vía intravenosa y, en algunos casos, transfusiones de glóbulos rojos. Los líquidos intravenosos ayudan a “barrer” las células atrapadas hacia afuera del bazo. Después de una transfusión, las nuevas células sanguíneas pueden transportar oxígeno al bazo y al resto del cuerpo. A medida que el bazo recibe más oxígeno, libera las células atrapadas y se achica; esto hace que el niño comience a sentirse mejor.
Los niños con secuestro esplénico deben descansar mucho y evitar los golpes o lesiones en el bazo agrandado, que podría llegar a perder mucha sangre.
¿Es posible que un niño sufra un secuestro esplénico más de una vez?
Los niños que han tenido un secuestro esplénico pueden volver a sufrirlo. Tanto usted como su hijo deben conocer las señales para poder recibir tratamiento rápidamente si esto ocurre. Los niños suelen tener menor riesgo de sufrir un secuestro esplénico a medida que crecen. Con frecuencia, un bazo lesionado mejorará, pero en algunos casos, los médicos recomiendan una cirugía para extirpar el bazo y así prevenir un nuevo secuestro esplénico.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Mientras su hijo se recupera de un secuestro esplénico:
- Proteja el bazo agrandado de las lesiones. Hasta que el médico lo permita, su hijo debe evitar montar en bicicleta, trepar, jugar de forma activa, practicar deportes de contacto, levantar mucho peso y hacer otras actividades que podrían lesionar el bazo.
- Permita que su hijo descanse hasta que se sienta bien como para hacer sus actividades habituales. Si su hijo se siente con energía y el dolor abdominal es leve o desapareció, puede ir a la escuela.
- Asegúrese de que su hijo beba abundante líquido para mantenerse bien hidratado.
El secuestro esplénico es una emergencia grave; por lo tanto, tome las medidas necesarias para estar preparado:
- Informe a los demás. Explíqueles a los adultos de su familia, a los cuidadores y al personal de la escuela que su hijo corre el riesgo de sufrir un secuestro esplénico. Asegúrese de que sepan cuáles son los signos del secuestro esplénico, qué deben hacer si su hijo tiene una emergencia y cuándo tienen que llamar al 911.
- Consiga una identificación médica. Considere que su hijo lleve una identificación médica (como un brazalete o un collar). Allí debe incluir la información de contacto en caso de emergencia.
- Compruebe el tamaño del bazo. El equipo de atención de su hijo le mostrará cómo hacerlo. Si parece estar aumentando de tamaño o poniéndose más firme, llámelos para que puedan revisar a su hijo. Controlar el tamaño del bazo puede ayudar a detectar un problema antes de que se vuelva más grave.