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Circuncisión

¿En qué consiste la circuncisión?

Los niños nacen con un capuchón de piel, llamado prepucio, que cubre la punta del pene (o glande). En la circuncisión, el prepucio se extrae quirúrgicamente (en una operación), dejando expuesta la punta del pene.

Algunas familias optan por hacer una circuncisión por motivos religiosos o culturales. Otras la escogen por motivos higiénicos o estéticos. Y hay otras familias que optan por no circuncidar a sus hijos. 

Generalmente, las circuncisiones se hacen durante los primeros 10 días (a menudo dentro de las primeras 48 horas) de la vida del bebé. Se llevan a cabo en hospitales, por parte de pediatras, médicos de familia u obstetras, o, si se hacen en rituales religiosos, se llevan a cabo en la casa del bebé. El médico comentará el procedimiento y sus posibles riesgos con los padres del bebé.

Los bebés prematuros o aquellos que tengan problemas médicos importantes pueden necesitar que pase más tiempo para que los puedan circuncidar. Algunos bebés nacen con anomalías en el pene, que se deben corregir quirúrgicamente. No pueden ser circuncidados porque los médicos usarán su prepucio en la cirugía reconstructiva. 

En algunos casos, las familias optan por retrasar la circuncisión, para que sean sus hijos los que puedan tomar la decisión más adelante. Las circuncisiones que se hacen después del período neonatal se suelen llevar a cabo en quirófanos e implican usar anestesia general, que se asocia a mayores riesgos. 

¿Cuáles son las ventajas de la circuncisión?

Los niños circuncidados tienen menos probabilidades de desarrollar: 

  • infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) cuando sean mayores
  • infecciones urinarias, sobre todo durante el primer año de vida.
  • cáncer de pene, aunque se trata de una enfermedad muy poco frecuente, tanto en los hombres circuncidados como en los no circuncidados. No está claro si esta reducción del riesgo está relacionada con la circuncisión en sí misma o con diferencias relacionadas con la higiene. 
  • irritación, inflamación o infección en el pene, porque es más fácil mantenerlo limpio cuando está circuncidado

¿Cuáles son los riesgos de la circuncisión?

Como ocurre con cualquier otro procedimiento quirúrgico, la circuncisión se asocia a algunos riesgos. Estos son muy poco frecuentes, pero, entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • sangrado, que suele ser escaso. Asegúrese de informar al médico de su hijo sobre cualquier trastorno de la coagulación que haya en su familia, porque este tipo de trastornos puede causar sangrados importantes después de la circuncisión. 
  • infección, que suele ser leve y fácil de tratar 
  • que se extraiga más piel o menos piel de lo planificado. 
  • formación de tejido cicatrizal

Algunas personas afirman que la circuncisión puede reducir la sensibilidad en la punta del pene, disminuyendo el placer sexual en etapas posteriores de la vida. Pero, hasta la fecha, estas afirmaciones no se han probado en ningún estudio. 

Uno de los inconvenientes de la circuncisión es que resulta dolorosa. Antes, no era habitual dar medicamentos contra el dolor a los bebés cuando se sometían a una circuncisión. Pero ahora se recomienda darles este tipo de medicamentos para el dolor (llamados analgésicos) a fin de que se encuentren mejor. Puede ser una crema de aplicación tópica (que se coloca sobre el pene) antes de la operación o de un medicamento que se inyecta en el área para insensibilizarla antes de la circuncisión. Ambos duran poco, de modo que le podrá dar a su bebé paracetamol para que no tenga dolor y este cómodo después de la circuncisión. Darle un chupete mojado en agua azucarada y envolverlo en un arrullo también pueden ayudar a que el bebé esté más tranquilo y más cómodo. 

¿Cómo cuidamos de un pene circuncidado?

Después de la circuncisión, es importante mantener el área lo más limpia posible. Limpie la zona suavemente con agua tibia; no use toallitas para bebés. Puede usar agua jabonosa si lo necesita. 

Si su hijo tiene un vendaje en la incisión, cámbieselo y aplique vaselina en el vendaje cada vez que le cambie los pañales durante uno o dos días después del procedimiento. Incluso cuando deje de ser necesario vendarlo, aplique una pequeña cantidad de vaselina en el pene del bebé o en la parte delantera del pañal hasta que se le cure el pene por completo. Esto puede ayudar a evitar las molestias asociadas a que el pene roce el pañal o se pegue al pañal. 

El proceso de curación de un pene circuncidado suele durar de 7 a 10 días. Al principio, puede parecer que la punta está levemente hinchada y enrojecida, y tal vez observe una pequeña cantidad de sangre en el pañal. También puede ver una secreción amarillenta o una costra al cabo de un par días. Esto forma parte del proceso normal de curación. 

Si detecta cualquiera de estos problemas, llame al médico de su hijo de inmediato:

  • sangrado persistente o sangre en el pañal (de un tamaño mayor al de una moneda pequeña)
  • aumento del enrojecimiento
  • fiebre
  • otros signos de infección, como aumento de la hinchazón o de la secreción, o presencia de ampollas llenas de pus
  • micción anormal durante las 8 horas posteriores a la circuncisión

¿Cómo cuidamos de un pene no circuncidado?

Al igual que un pene circuncidado, un pene no circuncidado debe mantenerse limpio. Además, no se necesitan hisopos (bastoncillos de algodón), jabones ni otros productos especiales para el baño: basta con que lave el pene de su bebé con agua tibia cada vez que lo bañe. 

Al principio, no tire del prepucio para limpiárselo por debajo. Con el tiempo, el prepucio se retraerá solo, de modo que será fácil descubrir el glande para limpiar debajo del prepucio. En cada niño, esto ocurre en un momento diferente, pero en la mayoría de ellos el prepucio se puede retraer aproximadamente cuando el niño entra en la pubertad. 

A medida que su hijo vaya creciendo, enséñele a lavarse debajo del prepucio, llevándolo suavemente hacia atrás hasta descubrir el glande, lavando el glande y el interior del prepucio con agua tibia, y luego volviendo a cubrir el glande con el prepucio.