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El equilibrio entre la tarea escolar y las estadías en el hospital

Si su hijo padece una enfermedad grave o una enfermedad crónica, es difícil pensar más allá de su próximo tratamiento. Aunque la salud sea lo más prioritario, la educación también es importante. A usted le interesa ayudar a su hijo a mantenerse lo más al día posible en las tareas escolares, así como planificar las cosas para el momento en que el médico diga que su hijo puede volver a la escuela.

Seguir conectado con su escuela no solo le reporta ventajas académicas, cognitivas, psicológicas y sociales. También es su derecho legal: Según la ley federal de Estados Unidos, los niños con enfermedades crónicas, enfermedades de riesgo vital o discapacidades tienen derecho a recibir apoyo educacional. Es posible que su hijo cumpla los requisitos para beneficiarse de servicios gratuitos bajo la ley de educación para individuos con discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). Si su hijo está matriculado en una escuela privada o parroquial, considere la posibilidad de matricularlo en la escuela pública de su distrito local, ya que hay más servicios disponibles en el sector público que en el privado.

Con un poco de planificación y mucha comunicación, usted puede ayudar a su hijo a combinar su tratamiento con sus estudios.

¿Cómo debo planificar una ausencia?

En primer lugar, hable con el médico de su hijo sobre cuánto tiempo es probable que tenga que faltar a la escuela y sobre si el tratamiento puede afectar su concentración, hacer los deberes escolares y las fechas de entrega de los trabajos escolares. ¿Existen efectos secundarios que puedan afectar el aprendizaje o el trabajo escolar? ¿Qué recomienda su médico sobre ir a la escuela, las tareas o estudiar?

Hable con los profesores del niño y el personal de la escuela y anime a su hijo, si se encuentra lo bastante bien, a hacer lo mismo. Tal vez sea necesario reducir su horario de asistencia o cambiar las fechas de entrega de los trabajos. Con algo de ayuda, su hijo puede trabajar con los maestros para planificar las tareas escolares. Cuanto más informados estén los profesores, más fácil será encontrar una solución flexible.

Algunos niños que faltan mucho a la escuela o que están ingresados en el hospital durante mucho tiempo seguido cuentan con programas de educacion individualizados (IEP). Los IEP son planes con metas y estrategias de aprendizaje personalizadas creadas por profesores, psicólogos (u otros especialistas) y orientadores escolares.

Los IEP tienen en cuenta las necesidades académicas, funcionales y conductuales individuales de un niño. Según IDEA, los niños que cumplen con los requisitos para que se les haga un IEP, lo recibirán sin costo, junto con otros servicios de apoyo necesarios para ayudarlos con su educación.

Es posible que su hijo también tenga derecho a beneficiarse de un Plan 504, en el que se especificarán las adaptaciones físicas necesarias para que el niño se pueda desplazar por la escuela, pueda acceder a las clases y los baños, cuente con la ayuda de personal de apoyo y disponga de servicios de transporte especial.

Para crear un IEP o un Plan 504, puede solicitar reunirse con el personal de apoyo de la escuela de su hijo y de su distrito escolar. Póngase en contacto con la Oficina de Servicios Especiales, el consejero escolar o la administración de su distrito escolar en cuanto el médico de su hijo decida que está llegando el momento de darle el alta para que vuelva a ir a la escuela.

¿Y qué pasa con el aprendizaje en el hospital?

Si su hijo va a pasar mucho tiempo ingresado en un hospital, pregunte al médico, enfermero, trabajador social, maestro del hospital o especialista en “Vida Infantil” (o “Child Life”, programa orientado a preparar psicológica y emocionalmente a niños o adolescentes hospitalizados y a sus familias) sobre la posibilidad de que reciba clases en el hospital. Muchos hospitales ofrecen instrucción en el hospital y domiciliaria sin costo alguno para sus pacientes.

Los dos tipos más frecuentes de apoyo educacional son las clases en la habitación del paciente o en una sala especial del hospital. Típicamente, la enseñanza en la habitación del niño se ofrece a aquellos niños que están demasiado enfermos para salir de su habitación o cuyos sistemas inmunitarios están debilitados. Los niños que están lo bastante sanos pueden recibir clases particulares individualizadas o bien clases en un grupo reducido en una sala del hospital.

Profesionales con el título de maestro o de profesor (de parvulario, de primaria o de secundaria) en distintas materias y profesores de educación especial trabajan  con los niños para asegurarse de que no se atrasan en los estudios. Para estar al día, los maestros que enseñan en el hospital o los trabajadores sociales trabajan conjuntamente con los maestros de la escuela del niño para:

  • mantener una continuidad en el programa académico
  • desarrollar y mantener los IEP y los planes 504
  • organizar la enseñanza domiciliaria tras la recepción del alta
  • ayudar a un niño a hacer la transición al salón de clases cuando esté en condiciones para hacerlo

El horario de instrucción se adapta al de las pruebas y tratamientos médicos, y siempre se tienen en cuenta el estado médico y la fortaleza del niño.

Independientemente de que su hijo se eduque en la escuela, en casa o en el hospital, recuerde que la prioridad número uno es que mejore. Es posible que los niños sientan la presión de sus padres, profesores y ellos mismos para continuar con las tareas escolares, y esta ansiedad puede perjudicar su proceso de recuperación. Ayude a su hijo a tener en mente metas alcanzables y recuérdele que cuenta con apoyo.

¿Qué pasa si mi hijo extraña estar en la escuela?

Mantenerse en contacto con sus compañeros de clase y sus profesores puede ayudar a su hijo a tener cierta sensación de normalidad durante este difícil período. Es posible que su hijo pueda participar de una lección en la escuela de manera virtual a través de la computadora. Hoy en día, muchos niños cuentan con aparatos electrónicos proporcionados por la escuela, como una computadora portátil o una tableta, para este propósito. Consulte con el trabajador social, el programa académico del hospital o el departamento de informática del hospital para ver si le pueden proporcionar un dispositivo, en caso de que la escuela no le pueda proporcionar uno.

Cuando una enfermedad causa una ausencia prolongada de la escuela, los niños pueden sentirse aislados socialmente de sus amigos y maestros. Las redes sociales, el correo electrónico, los mensajes de texto y hablar por teléfono pueden ayudar a los niños a sentirse conectados. Los maestros pueden animar a los compañeros de clase de su hijo a enviar cartas, mensajes de correo electrónico o paquetes. Hasta pueden dejar una caja en la clase donde alumnos y profesores dejen notas, cartas, dibujos o fotos para su hijo. Si el médico da el visto bueno y su hijo lo desea, anímelo a asistir a las fiestas, obras y celebraciones escolares, así como a eventos deportivos y otro tipo de reuniones.

Los programas escolares en el hospital y los departamentos de Vida Infantil ayudan a sus pacientes a regresar a la escuela. En función de cuáles sean las necesidades de su hijo, pueden visitar la escuela antes de su fecha de reincorporación, hablar con el profesorado, asistir a las reuniones del IEP, explicar a sus compañeros de la clase por qué el niño ha faltado tanto a clase. También pueden explicar qué deben esperar cuando el niño regrese y, lo más importante de todo, cómo pueden ayudarlo a sentirse bien recibido.