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Ir a la sala de emergencias

Cuando su hijo se enferma o se lesiona, es natural que quiera ir de inmediato a la sala de emergencias. Usted sabe que allí lo atenderán, independientemente del día, la hora o la gravedad de la lesión que tenga su hijo.

En algunos casos, se tratará de una verdadera emergencia médica y la sala de emergencias de un hospital será el lugar más adecuado para que su hijo reciba cuidados médicos.

En otros casos, la enfermedad o lesión podrá ser atendida en una clínica de urgencias o bien la visita se podrá posponer hasta que lo pueda ver a su propio médico.

Cuando el lugar adonde deba acudir sea la sala de emergencias de un hospital, es importante saber qué esperar cuando llegue allí.

¿Cuándo debemos llamar al 911 para pedir una ambulancia?

En algunas situaciones, usted deberá llamar a emergencias (911 en EE.UU) para que le envíen una ambulancia en vez de trasladar a su hijo al hospital en su propio coche.

Llame al teléfono de emergencias 911, si un niño:

  • tiene problemas para respirar y se está poniendo azul
  • tuvo un accidente de automóvil y está inconsciente o gravemente herido
  • tiene convulsiones
  • pierde el conocimiento (se desmaya) o no responde
  • podría haberse lesionado el cuello o la columna vertebral
  • tiene lesiones en la cabeza, acompañadas de pérdida de la conciencia, vómitos que no remiten y no está respondiendo con normalidad
  • tiene mucho sangrado que no se puede controlar
  • es posible que se haya intoxicado o envenenado, no esté respondiendo con normalidad o tenga dificultades para respirar. Si existe cualquier posibilidad de envenenamiento o intoxicación, llame lo antes posible al Centro de Control de Intoxicaciones, Poison Control Center o PCC (por sus siglas en inglés) al 1-800-222-1222 para hablar con un experto. Es posible que lo remitan a la sala de emergencias de un hospital.

¿Cómo podemos planificar con anticipación las visitas a la sala de emergencias?

Hable con el médico de su hijo sobre qué hacer, a qué sala de emergencias debe ir, antes de que necesite ir a una. El médico de su hijo es posible que los dirija a la sala de emergencias del hospital más cercano a su domicilio o al del hospital donde él atiende a pacientes regularmente.

¿Debería llevar a su hijo a la sala de emergencias de un hospital infantil? Al estar especializados en atender a niños, lo más probable es que los hospitales infantiles dispongan de personal médico especializado y de las instalaciones médicas más adecuadas para tratar a niños.  O sea que, si su hijo tiene una urgencia médica y hay un hospital infantil cerca de su domicilio, hará bien en llevarlo allí.

En caso contrario, lleve a su hijo a un hospital general más cercano para que le proporcionen los cuidados médicos que necesita. Si, por cualquier motivo, ese hospital no pudiera tratar el problema de salud específico de su hijo, los médicos lo organizarían todo para que trasladaran a su hijo a un centro que pudiera hacerlo.

También es importante que usted sepa el historial médico de su hijo. Considere preparar un historial médico ya que será difícil hacerlo ahora que durante una emergencia. Mantenga una copia en su casa para que cualquier persona que cuide a su hijo, como una niñera o un abuelo, la tenga en caso de que su hijo necesite ir a la sala de emergencias.

El historial médico de su hijo debería incluir lo siguiente:

  • una lista de los medicamentos que esté tomando su hijo
  • sus alergias
  • hospitalizaciones previas
  • operaciones a las que se ha sometido su hijo
  • afecciones o enfermedades crónicas
  • antecedentes médicos familiares relevantes
  • vacunas que haya recibido

Incluya el nombre y el número de teléfono del profesional médico de atención primaria de su hijo, y el nombre y el número de teléfono de la farmacia donde generalmente obtiene sus recetas.

¿Cómo debemos prepararnos para ir a la sala de emergencias?

Cuando vayan a la sala de emergencias, es importante que sepa describir bien los detalles del problema que presenta su hijo. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • cuándo empezó el problema (la hora aproximada de la lesión o el tiempo que hace que su hijo está enfermo)
  • los síntomas de su lesión o enfermedad
  • los tratamientos y medicamentos que ya le ha dado
  • cuándo ha comido o bebido su hijo por última vez

Si lleva a su hijo a la sala de emergencias porque ha ingerido un medicamento o producto de limpieza en particular, lleve consigo el recipiente de lo que haya ingerido. Así, ayudará a los médicos a saber qué tipo de tratamiento necesita su hijo. Si su hijo se ha tragado un objeto, lleve consigo otro ejemplar del mismo objeto, si dispone de él.

¿Qué debemos esperar en la sala de emergencias?

Tendrá que esperar

En cualquier sala de emergencias, a menos de que se trate de una urgencia realmente crítica, prepárense para esperar. Si disponen de tiempo antes de dirigirse a la sala de emergencias, considere la posibilidad de llevarse algo con que entretenerse durante la espera, como un libro o revistas. También es una buena idea llevar papel y bolígrafo para anotar cualquier pregunta que se le ocurra hacerle al médico. Si su hijo no se encuentra muy mal, lleve también cosas para mantenerlo ocupado, como lápices de colores, libros, juguetes y objetos de apego, que reconfortan y dan seguridad como, por ejemplo, su peluche favorito. Si cree que hay alguna posibilidad de que ingresen a su hijo en el hospital después de la visita, conviene que lleve consigo una muda de ropa y un cepillo de dientes, tanto para su hijo como para usted.

No hay forma alguna de predecir cuánto tiempo tendrá que esperar hasta que los atiendan en la sala de emergencias de un hospital. Si su hijo tiene un problema médico grave, puede estar seguro de que los médicos le administrarán cualquier tipo de atención médica necesaria de forma inmediata.

Puesto que los médicos atienden primero las lesiones y las enfermedades más graves, hay muchas probabilidades de que, si su hijo presenta un problema leve, tengan que esperar más. Incluso aunque la sala de espera esté vacía, usted tendrá que esperar si las salas de atención médica están llenas o si muchos médicos y enfermeros están atendiendo un caso particularmente grave. Si el estado de su hijo empeora durante la espera, informe sobre ello al personal médico.

Triaje y documentación

Al poco tiempo de llegar a la sala de emergencias, lo más probable es que su hijo sea atendido por un miembro del personal de enfermería, quien le preguntará por los síntomas que presenta, le tomará los signos vitales y hará una rápida evaluación de su estado. Esta evaluación inicial, también conocida como “triaje“, ayudará a determinar las necesidades médicas de su hijo teniendo en cuenta la gravedad de su estado.

También pasarán por un proceso de registro, donde le pedirán que firme su consentimiento para los tratamientos que puedan ser necesarios para su hijo. Y, si dispone de seguro médico, asegúrese de llevar encima la tarjeta.

Otras cosas que debe saber:

  • La mayoría de las salas de emergencias disponen de servicios de traducción o de personas que pueden ayudar a traducir. Si usted no habla inglés con fluidez, considere la posibilidad de ir acompañado de un familiar o amigo que le pueda hacer de traductor.
  • En algunas situaciones, el médico preferirá que su hijo no coma ni beba nada. Antes de ofrecerle algún tipo de comida o de bebida a su hijo, asegúrese de preguntárselo antes al personal médico y de que éste le da el visto bueno.
  • Si lleva a su hijo a la sala de emergencias de un hospital durante el fin de semana o por la noche, es posible que el especialista que debería ver al niño no esté presente en ese momento pero, si su hijo requiere que lo vea un especialista, lo llamarán. Si lo tiene que operar, contactarán con un cirujano.

Tranquilizar a su hijo

Mientras esperen a que los atiendan, existe la posibilidad de que usted y su hijo vean entrar en la sala de emergencia a algunas personas gravemente enfermas o heridas. Es posible que la visión y los sonidos que emitan esas personas asusten a su hijo. Por lo tanto, asegúrele que la sala de emergencias es el mejor lugar donde pueden estar esas personas y donde los médicos las ayudarán a encontrarse mejor. Hasta le puede poner un ejemplo de cuando un conocido suyo se hizo una lesión importante y, por mucho que se asustara en aquel momento, todo se solucionó tras recibir los cuidados médicos adecuados.

Algunos hospitales disponen de especialistas en “vida infantil” o child life specialists, unos profesionales médicos especializados en tratar a niños hospitalizados. Pueden ayudar a los niños a afrontar el estrés de estar en una sala de emergencias, ayudarlos a prepararse para los procedimientos a que se deben someter, y facilitarles técnicas control del dolor no farmacológicas desde que los niños son muy pequeños.

Cosas de las que debe tomar nota

Cuando esté en la sala de emergencias, intente anotar la información importante sobre la visita, como la siguiente:

  • los nombres de los médicos que atiendan a su hijo
  • lo que digan sobre su enfermedad o lesión
  • los medicamentos o tratamientos que le administren a su hijo
  • las indicaciones sobre los cuidados que debería recibir su hijo en casa y/o sobre las visitas de seguimiento a las que debería acudir.

¿Qué sucede después de dejar la sala de emergencias?

Si dan el alta a su hijo, asegúrese de que usted entiende bien el tratamiento que le debe dar en casa, y haga preguntas si tiene alguna duda al respecto.

En muchos casos, el médico que trate a su hijo en la sala de emergencias se pondrá en contacto con su médico de atención primaria después de haberlo atendido. Si su hijo tiene que ingresar en el hospital desde la sala de emergencias, el médico de la sala de emergencias informará sobre ello al médico que atiende a su hijo.

Las salas de emergencias de algunos hospitales emiten un documento escrito o generado por computadora sobre la visita para informar al médico de atención primaria que atiende al niño. Lleve consigo una copia de los documentos que recibe cuando su hijo es dado de alta para compartir con su médico en las visitas de seguimiento.