Transfusiones de sangre
¿Qué es una transfusión de sangre?
Una transfusión de sangre es cuando la sangre de una persona (donante) se hace pasar a las arterias o venas de otra persona. Las transfusiones de sangre salvan vidas todos los días. Los hospitales las usan para ayudar a las personas que están lesionadas, que se someten a una cirugía, que reciben tratamientos contra el cáncer o que reciben tratamientos relacionados con otras enfermedades que afectan la sangre, como la anemia de células falciformes.
¿De qué está hecha la sangre?
La sangre es una mezcla de células y líquido, y cada uno de sus componentes tiene una función específica:
- Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo y eliminan dióxido de carbono. Estas células son las que se transfunden con mayor frecuencia.
- Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.
- Las plaquetas, las células sanguíneas de menor tamaño, ayudan a la sangre a coagularse y a controlar las hemorragias.
- El plasma, la parte líquida de color amarillo pálido de la sangre, es una mezcla de agua, proteínas, electrolitos, carbohidratos, colesterol, hormonas y vitaminas.
¿Por qué las personas necesitan una transfusión?
Un niño puede necesitar una transfusión de sangre en los siguientes casos:
- Si hubo pérdida de sangre durante una operación o por una herida o enfermedad.
- Su cuerpo no produce suficiente sangre. Algunas enfermedades y tratamientos pueden impedir que la médula ósea produzca sangre (por ejemplo, la quimioterapia reduce la producción de nuevas células sanguíneas).
- Tiene un alto riesgo de sufrir complicaciones derivadas de trastornos sanguíneos o hemorrágicos, como la anemia falciforme, la talasemia o la anemia provocada por la enfermedad renal, la hemofilia o la enfermedad de von Willebrand.
¿De dónde proviene la sangre que se usa para una transfusión?
Debido a que no existe nada que pueda sustituir a la sangre, la sangre transfundida debe ser donada. Los tipos de donación de sangre incluyen:
- Donación de sangre autóloga. Esto es cuando alguien dona su propia sangre con anticipación para una cirugía planificada u otro procedimiento. No existen requisitos relacionados con la edad pero, por lo general, los niños no donan su propia sangre hasta que superan los 12 años de edad.
- Donación directa. Cuando un familiar o un amigo con sangre compatible dona específicamente su sangre a un paciente en concreto que necesita una transfusión.
- Donación de voluntarios. No existen pruebas que indiquen que la sangre de donantes directos (un amigo o pariente) sea más segura que la sangre de donantes voluntarios. La mayoría de los pacientes obtienen sangre donada a través de campañas de donación de sangre. A menudo, estas campañas están organizadas por agencias como la Cruz Roja Americana. La edad mínima para donar sangre son los 16 o los 17 años, dependiendo del lugar de la residencia.
¿Cómo nos debemos preparar para una transfusión de sangre?
Si su hijo necesita hacerse una transfusión de sangre, su médico le explicará el procedimiento. Si la explicación no le parece clara, haga preguntas. El padre, la madre o el tutor deberá firmar un formulario de consentimiento informado . Este formulario declara que usted entiende el procedimiento y sus riesgos y que autoriza a que transfundan sangre a su hijo.
Si no se tratara de una situación de riesgo vital, se hacen dos pruebas antes de la transfusión: determinación (tipificación) del grupo sanguíneo sanguínea y prueba de compatibilidad.
Determinación del grupo sanguíneo
Para confirmar el grupo sanguíneo de su hijo, un enfermero o técnico extrae una muestra de sangre de una vena. (Exceptuando el breve pinchazo de la aguja, no es doloroso y sólo dura pocos minutos.) Inmediatamente después, se etiqueta la sangre con el nombre de su hijo, la fecha de nacimiento y el número de registro médico, y hacen un brazalete con la información correspondiente que colocarán en la muñeca de su hijo. Luego, la sangre se envía al laboratorio del banco de sangre del hospital, donde los técnicos determinarán su grupo sanguíneo.
La sangre de un donante debe ser compatible con el tipo de sangre de la persona que la recibe. Hay 8 tipos de grupos sanguíneos:
- 0 positivo
- 0 negativo
- A positivo
- A negativo
- B positivo
- B negativo
- AB positivo
- AB negativo
En emergencias, hay excepciones a la regla de que el tipo de sangre del donante debe coincidir exactamente con el del receptor. O negativo es el único tipo de sangre que las personas pueden recibir de los otros grupos sanguíneos. Los equipos médicos lo usan en situaciones en las que los pacientes necesitan una transfusión pero se desconoce su tipo de sangre. Debido a esto, los donantes de sangre pertenecientes al grupo sanguíneo O negativo son llamados “donantes universales”. Las personas que tienen sangre tipo AB positivo son “receptores universales” porque pueden recibir con seguridad cualquier tipo de sangre.
Prueba de compatibilidad
Una vez se conoce el grupo sanguíneo, se elige una sangre donada compatible. Como comprobación final, un técnico de laboratorio del banco de sangre mezclará una pequeña muestra de la sangre de su hijo con una pequeña muestra de la sangre donada para confirmar que son compatibles. Luego, la sangre se etiqueta con el nombre de su hijo, la fecha de nacimiento y el número de registro médico y se lleva al lugar donde a su hijo le harán la transfusión.
¿Qué ocurre durante una transfusión de sangre?
En una transfusión:
- El paciente recibe sangre a través de una aguja colocada en una vena.
- La aguja está unida a un tubo de plástico delgado que se conecta a una bolsa de plástico que contiene la sangre.
- Los signos vitales del paciente (temperatura, presión arterial y frecuencia cardíaca) se controlan antes, durante y después de la transfusión.
- Una enfermera observa cualquier signo de reacción alérgica o de otro tipo, como sarpullido, fiebre, dolor de cabeza o hinchazón.
Las transfusiones usualmente duran entre 1 y 4 horas, en función de la cantidad de sangre que se transfunda y del grupo sanguíneo de su hijo. Puede quedarse con tu hijo, que estará despierto. Su hijo puede estar sentado cómodamente en una silla reclinable o acostado en una cama, mientras ve una película, escucha música o juega tranquilamente; hasta es posible que pueda comer y beber, darse una vuelta e ir al baño.
Si su hijo se va a casa después de la transfusión, el técnico quitará el tubo de plástico de la vena y colocará un vendaje sobre el área. Es posible que note la zona algo dolorida o con sensación de hormigueo durante un rato. Su hijo podría tomar medicamentos para aliviar efectos secundarios leves, como fiebre o dolor de cabeza.
¿La medicación implica asumir algún riesgo?
Algunas personas se preocupan por contraer enfermedades a partir de sangre infectada, pero la mayoría de los países cuentan con medidas de seguridad para evitar la transfusión de sangre infectada.
En los Estados Unidos, todos los donantes de sangre deben proporcionar un historial detallado, que incluye viajes recientes, infecciones, medicamentos y problemas de salud. Además, la Cruz Roja Estadounidense y otros grupos de donación analizan la sangre donada para detectar virus como el VIH (el virus que causa el SIDA), la hepatitis B, la hepatitis C, la sífilis y el virus del Nilo Occidental. Debido a que la sangre también puede estar infectada con bacterias o parásitos, algunos componentes de la sangre también se analizan para detectarlos. La sangre que contiene cualquiera de estas cosas se destruye.
Además, las agujas y el resto del equipo son estériles, y solo se utilizan con una persona y luego se desechan en unos contenedores especiales.
Si tiene alguna pregunta sobre los riesgos de la transfusión, hable con un miembro del equipo de atención médica
¿Cuáles son los beneficios de una transfusión de sangre?
En los niños con anemia o los que están recibiendo quimioterapia, la principal ventaja de una transfusión es un incremento del flujo de sangre para nutrir los órganos y mejorar la concentración de oxígeno en el organismo. Esto les puede aliviar la sensación de agotamiento y aportarles suficiente energía para las actividades cotidianas. Este tipo de ventajas se nota bastante pronto.
En las personas con problemas hemorrágicos, las transfusiones de plaquetas o de plasma pueden ayudar a controlar o evitar posibles complicaciones.
Las transfusiones de sangre son procedimientos comunes y no suelen provocar problemas. Si hay algo que le preocupa, hable con el médico de su hijo o el equipo de atención médica.