Important Construction Updates About Our Campus Transformation — Read More

Health Library

View in English

Alimentar a su hijo de 1 a 2 años de edad

Los niños de esta edad están haciendo la transición hacia una dieta más parecida a la que lleva usted. Siga introduciendo nuevos sabores y nuevas texturas en la dieta de su hijo. Las preferencias alimentarias se establecen pronto en la vida de una persona; por lo tanto, deje que su hijo desarrolle una preferencia por los alimentos saludables desde el principio.

Los niños pequeños tienen estómagos pequeños, así que sirva a su hijo alimentos que contengan los nutrientes que necesita para crecer sano y fuerte. Evite los dulces y las calorías vacías. No le dé a su hijo bebidas azucaradas, como los refrescos, las bebidas elaboradas con jugo, las bebidas deportivas y las leches saborizadas. Limite el jugo al 100% a no más 4 onzas (120 ml) al día y ofrézcale el jugo en un vaso o taza, en vez de en biberón. 

Su hijo seguirá explorando la conducta de comer solo, primero con las manos y luego con los cubiertos, a partir de los 15 a 18 meses de edad. Dé a su hijo muchas oportunidades para practicar esas habilidades, pero échele una mano cuando surja la frustración. Mientras vaya desarrollando esas habilidades, manténgase al margen y deje que su hijo tome la iniciativa.

A los niños de esta edad les gusta afirmar su independencia, y la mesa es un lugar donde puede dar a su hijo cierto sentido de control. Sirva una amplia variedad de alimentos de todos los grupos y deje que él decida qué comer y cuánto.

¿Y qué pasa con la leche? 

La leche es una parte importante de la dieta de un niño durante la primera infancia porque proporciona calcio y vitamina D, que ayudan a desarrollar unos huesos fuertes. La mayoría de niños de entre 1 y 2 años de edad deben beber leche entera. Si un niño de entre 1 y 3 años de edad tiene sobrepeso o antecedentes familiares de obesidad, colesterol alto o problemas de corazón, es posible que su médico recomiende alimentarlo con leche semidescremada (al 2%).

Si su hijo no puede beber leche de vaca, escoja leche de soja sin endulzar enriquecida con calcio y vitamina D. Otras alternativas a la leche, como las leches de almendra, avena, arroz o coco, contienen menos proteínas y pueden no estar enriquecidas.

Los niños de esta edad no necesitan leche ni fórmulas especiales para niños pequeños, las cuales contienen azúcares añadidos. Los niños pequeños pueden obtener toda la nutrición que necesitan bebiendo leche de vaca o una bebida de soya fortificada y comiendo una variedad de alimentos sólidos.

Cuando su hijo cumpla 2 años, podrá cambiar a leche semidescremada o descremada.

Entre los 12 y los 18 meses de edad, es un buen momento para pasar al uso de un vaso o una taza. En vez de retirarle todos los biberones de golpe, vaya eliminándolos de uno por vez, empezando por el de la hora de la comida. Ofrézcale un vaso o una taza de leche después de que haya empezado a comer.

¿Por qué es importante el hierro? 

El hierro fabrica los glóbulos rojos que transportan el oxígeno por todo el cuerpo. Los niveles bajos de hierro pueden afectar el crecimiento y generar problemas de aprendizaje y comportamiento, como también anemia (una cantidad baja de glóbulos rojos).

Dado que después de los 12 meses de edad los niños ya no beben fórmula fortificada con hierro y todavía no se alimentan con alimentos ricos en hierro, es posible que estos niños no obtengan suficiente hierro.

Para ayudar a prevenir una deficiencia de hierro:

  • Limite la ingesta de leche de su hijo a 16 – 24 onzas (480–720 ml) al día.
  • Incluya alimentos ricos en hierro en la dieta de su hijo, como la carne, el pollo, el pescado, los frijoles y los alimentos enriquecidos con hierro.
  • Continúe sirviendo cereales fortificados con hierro hasta que su hijo coma una variedad de alimentos ricos en hierro.

Hable con el médico de su hijo si le preocupa que su hijo bebe demasiada leche, no ingiere una cantidad suficiente de alimentos ricos en hierro, o si se está planteando la posibilidad de dar a su hijo un suplemento vitamínico.

¿Qué alimentos debería evitar mi hijo?  

Ofrézcale a su hijo una gran variedad de alimentos sanos. Esté atento a las reacciones alérgicas al probar alimentos nuevos.

Los niños pequeños de entre 12 y 24 meses deben evitar lo siguiente:

  • alimentos con azúcares añadidos y edulcorantes sin calorías, incluyendo bebidas azucaradas y dietéticas.
  • alimentos de alto contenido en sodio.
  • el jugo, la leche, el yogur o el queso no pasterizados 
  • todos los alimentos que es fácil que causen atragantamientos y asfixias por aspiración en los bebés, como los perritos calientes, la verdura cruda, las uvas, el queso duro, las palomitas de maíz y los frutos secos.

No deje nunca a su bebé sin supervisión mientras coma. Asegúrese de que su hijo se siente bien erguido en una silla elevada u otro lugar seguro para niños pequeños.

¿Cuánto debería comer mi hijo?

Programe tres comidas y dos o tres tentempiés saludables todos los días. Es posible que su niño pequeño a veces coma menos o se salte comidas. Esto puede preocupar a muchos padres, pero hay que permitir que los niños coman cuando tengan hambre o dejen de comer al sentirse satisfechos. Los niños pequeños que están llenos pueden rechazar la comida, cerrar la boca o apartar la cabeza de la comida, usar gestos con las manos o hacer sonidos para hacerle saber que ya han comido suficiente. No obligue a comer a un niño cuando no tenga hambre.

Si tiene alguna pregunta sobre qué y cuánto come su hijo, hable con su médico.