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Atención médica y su hijo de 6 a 12 años

En la consulta del médico

Las revisiones periódicas son fundamentales para mantener a los niños sanos y para llevar al día su calendario de vacunaciones.

Un chequeo también es una oportunidad para hablar con el médico sobre el desarrollo y sobre cuestiones de seguridad, así como para preguntarle cualquier duda que pueda tener sobre la salud de su hijo en general. Conforme los niños crecen, ellos también pueden empezar a hacer sus propias preguntas sobre su salud y su cuerpo en proceso de cambio.

En las revisiones iniciales, los niños se pesan y se miden, y se representan sus medidas de peso, estatura, e índice de masa corporal (IMC) en gráficas de crecimiento. En estas gráficas, los médicos pueden ver cómo están creciendo los niños en comparación con otros niños de su misma edad y género. El médico analizará los antecedentes médicos del niño y de su familia y le hará una revisión física completa.

Durante la visita, el médico tomará la tensión arterial de su hijo y le evaluará la vista, y la audición. Es posible que haga a su hijo pruebas de cribado para saber si tiene anemia, tuberculosis o colesterol alto.

Las vacunas que le pondrán de su hijo pueden incluir las siguientes:

La vacuna antigripal, que se administra antes de la temporada de la gripe cada año, también es recomendable. 

Todos los niños mayores  de 6 meses deben recibir la vacuna contra el COVID-19 y las vacunas de refuerzo.

En áreas donde el dengue es común (como Puerto Rico, Samoa Americana y las Islas Vírgenes de los EE. UU.), la vacuna contra el dengue se administra a niños y adolescentes de 9 a 16 años que ya han tenido dengue.

Es posible que el médico también pregunte sobre los hábitos de sueño, de ejercicio y de alimentación de su hijo. La revisión anual también sirve para que los niños mayores hablen con sus médicos sobre cuestiones relacionadas con la pubertad.

Es posible que el médico hable con su hijo sobre la importancia del cuidado y de la higiene personal; que le advierta sobre los peligros del consumo de alcohol, tabaco o drogas; y que enfatice lo importante que es la seguridad (llevar casco cuando monte en bicicleta, ponerse el cinturón cuando viaje en coche, etc).

El médico también puede preguntar y dar recomendaciones sobre temas de comportamiento, problemas de aprendizaje, dificultades en el colegio y otros temas que preocupen a los padres del niño.

Cuando el niño inicie la adolescencia, es posible que el médico le pida a usted que salga de la consulta para tener una conversación a solas con su hijo. Es algo importante para que los niños vayan adquiriendo una mayor independencia y se vayan responsabilizando de su propia salud.

Si sospecha un problema médico

Los padres suelen saber si su hijo está lo bastante enfermo como para llevarlo al médico. Algunos de los síntomas que pueden requerir atención médica son los siguientes:

  • cambios en el peso o en los hábitos alimentarios
  • cambios en el comportamiento o en el patrón de sueño
  • no crecer en estatura o no desarrollarse físicamente según lo que cabe esperar
  • problemas menstruales
  • tener fiebre y comportarse como si estuviera enfermo
  • vómitos o diarreas frecuentes o de larga duración
  • signos de una infección en la piel o de una erupción duradera o inusual
  • tos resistente, resuello u otros problemas respiratorios
  • dolor localizado

Problemas médicos típicos

Entre los problemas más frecuentes en este grupo de edad, se incluyen los trastornos del sueño, mojar la cama, la faringitis estreptocócica y los resfriados. Algunos preadolescentes se pueden lesionar al hacer deporte u otras actividades, y algunos niños desarrollan dolores de estómago o de cabeza relacionados con el estrés.

Aunque es raro que sean graves, si el problema persiste, llame al médico.